CD DEL CARMEN.- Alejandro Gómez Cazarín, no disimula, no hay quien le ponga un alto a sus ambiciones políticas y sigue en campaña abierta, repartiendo artículos, enseres y ahora hasta carritos sandwicheros, haciendo una mala copia de Laura.
El líder del Congreso, lejos de cumplir con la ideología de la cuarta transformación, se agandalla en los tiempos y se presenta como un ayudador, cuando en verdad es un oportunista que llegó a donde está en base al chantaje y no a un trabajo político.
En Carmen lo conocen desde hace mucho como un porro aprovechado que no ha hecho nada por los carmelitas, será porque es veracruzano y lo que le importa es el poder político y lo negocios que hoy hace desde el congreso con un grupo de “amigos” según a trascendido.
Supuestamente ha prometido contratos en todas las secretarías que se direccionarán desde el mismo congreso del estado. La mala imagen que da Gómez Cazarín cada vez que sale a “las reuniones” sociales o quiere hacerle al caritativo contraviniendo la transparencia y buen comportamiento.
Todos los que conocen a Cazarín saben que el chantaje es lo que al final utilizará para tratar de arrebatar la candidatura de Carmen en las próximas elecciones, pero los carmelitas tienen memoria y no le van a perdonar el olvido en que los tiene.
