Se acerca una de las celebraciones más emblemáticas de la cultura mexicana, el Día de Muertos y, como cada año, las calles y casas se empiezan a llenar de color amarillo, la hermosa flor de cempasúchil viste a México en una de sus grandes festividades y en los viveros de San Lorenzo Tlacotepec los senderos ya lucen esta bella flor de temporada.
San Lorenzo Tlacotepec es una comunidad del municipio de Atlacomulco, en el estado de México y su principal industria es la floricultura por lo cual, sus pobladores comercializan la flor de cempasúchil y ésta es una de las épocas más importantes, ya que la flor amarilla adorna prácticamente cada casa en el país.
Aunque el año pasado la pandemia hizo de la suyas alrededor del mundo, para estos floricultores mexiquenses sus ventas no se vieron tan afectadas así que esperan que este año vayan mucho mejor pues el aforo en los estados se ha ido incrementando, así como las actividades. Por ello, los viveros en esta comunidad del Estado de México lucen ya una de las flores más tradicionales del territorio nacional que visten de color amarillo los altares para los muertos.
La flor de cempasúchil
La flor de Cempasúchil es originaria de México, su nombre proviene del náhuatl “Cempohualxochitl” que significa “veinte flores” o “varias flores”.
Como parte de la descripción que hace de ella el Gobierno Federal destaca cómo nuestros antepasados asimilaban el color amarillo de la flor de cempasúchil con el sol, razón por la que la utilizaban en las ofrendas dedicadas en honor a sus muertos.
La tradición marca hacer senderos con las flores de cempasúchil, desde el camino principal hasta el altar de la casa con la finalidad de guiar hacia los altares las almas de los muertos.
