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18 marzo, 2024

CIENCIA

Científicos logran que ratones parapléjicos vuelvan a caminar

Investigadores alemanes lograron que ratones con parálisis volvieran a caminar después de presentar lesiones en la médula espinal, restableciendo así un vínculo neuronal considerado hasta ahora irreparable en mamíferos mediante el uso de una proteína de diseño inyectada en el cerebro.

El artículo fue publicado en la revista Nature Communications donde se describe que la citocina de diseño activa los mecanismos moleculares que dependen de ella en forma más eficiente que la molécula natural.

Las lesiones de la médula espinal en los seres humanos, a menudo causadas por deportes o accidentes de tráfico, los dejan paralizados porque no todas las fibras nerviosas que transportan información entre los músculos y el cerebro pueden volver a crecer.

Pero los investigadores de la Universidad de Ruhr en Bochum lograron estimular las células nerviosas de los ratones paralizados para que se regeneraran utilizando una proteína de diseño.

“Lo especial de nuestro estudio es que la proteína no solo se usa para estimular las células nerviosas que la producen, sino que también se transporta más allá (a través del cerebro)” Dijo Dietmar Fischer, director del equipo, en entrevista con Reuters

“De esta manera, con una intervención relativamente pequeña, estimulamos una gran cantidad de nervios para que se regeneren y esa es, en última instancia, la razón por la que los ratones pueden volver a caminar”, señaló Dietmar.

El investigador aseveró que los roedores paralizados que recibieron el tratamiento comenzaron a caminar después de dos o tres semanas.

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Tratamiento

El tratamiento implica inyectar portadores de información genética en el cerebro para producir la proteína, llamada hiperinterleucina-6, de acuerco con el sitio web de la universidad.

El equipo está investigando si se puede mejorar el tratamiento.

“También tenemos que ver si nuestro método funciona en mamíferos más grandes. Pensaríamos en cerdos, perros o primates, por ejemplo”, dijo Fischer.

“Entonces, si funciona allí, tendríamos que asegurarnos de que la terapia también sea segura para los humanos. Pero eso ciertamente llevará muchos, muchos años”.

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