PUEBLA. –El amanecer trajo consigo un rugido ensordecedor. El huracán Erick, que azotó las costas de Oaxaca y Guerrero como un coloso de categoría 3, escaló brevemente a categoría 4 antes de tocar tierra en la madrugada, dejando tras de sí un rastro de devastación y temor. Para las 15:00 horas de ayer, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Erick se degradó a tormenta tropical, pero las autoridades advierten que el peligro está lejos de terminar.
Las lluvias torrenciales, con acumulados de hasta 250 mm, y rachas de viento de hasta 150 km/h continúan amenazando a comunidades costeras y serranas, con riesgo de inundaciones, deslaves y desbordamientos de ríos.
En Puebla, Oaxaca y Guerrero, la alerta sigue en nivel naranja, señal de peligro alto. En la Sierra Negra de Puebla, las clases fueron suspendidas en todos los niveles educativos, y los caminos anegados y derrumbes han aislado comunidades.
En Oaxaca, la carretera Barranca Larga–Ventanilla permanece cerrada debido a los severos daños causados por las lluvias, mientras que en Guerrero, Acapulco revive el trauma del huracán Otis de 2023, con la Guardia Nacional y equipos de la CFE trabajando contrarreloj para limpiar canales y restablecer servicios.
DESDE LA SIERRA NEGRA
En el corazón de la Sierra Negra, en el municipio de Chichiquila, Puebla, María Elena Gómez, una madre de familia de 38 años, relata cómo la comunidad enfrenta esta crisis.
“Anoche no dormimos. El viento silbaba tan fuerte que pensamos que se llevaba el tejado. El río creció tanto que tuvimos que movernos al albergue del pueblo. Aquí estamos, con lo poco que pudimos sacar de la casa, pero con miedo de que el cerro se venga abajo”, cuenta María Elena, mientras sostiene a su hija menor, quien no suelta una muñeca empapada.
En Chichiquila, la caída de un árbol sobre una vivienda y un socavón son solo algunos de los incidentes reportados, que reflejan la vulnerabilidad de la región ante los embates de Erick.
En la Sierra Negra, María Elena y sus vecinos permanecen en alerta, con la esperanza de que la tormenta pase sin dejar más estragos.
FURIA DE ERICK
El huracán Erick, el primero en tocar tierra en México durante la temporada de ciclones 2025, dejó sentir su fuerza desde la noche del miércoles. A las 6:00 de la mañana del jueves, impactó como categoría 3 en la costa occidental de Oaxaca, cerca de Puerto Escondido, con vientos máximos sostenidos de 195 km/h y oleaje de hasta 6 metros.
Según la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), el meteoro afectará directamente a 22 municipios de Oaxaca y 10 de Guerrero, con lluvias torrenciales que podrían desencadenar deslizamientos de laderas en las sierras Norte y Sur.
En Chiapas, las autoridades reportaron la caída de 12 árboles y un derrumbe carretero en Pueblo Nuevo Solistahuacán, mientras que en Suchiate y Ostuacán, dos viviendas fueron afectadas por el crecimiento de afluentes, obligando a las familias a trasladarse a refugios. En Acapulco, la suspensión de vuelos comerciales y el cierre de centros de servicio de Infonavit reflejan la magnitud de las medidas preventivas.
RESPUESTA GUBERNAMENTAL Y LECCIONES DEL PASADO
La presidenta Claudia Sheinbaum, en conferencia matutina, llamó a la población a mantenerse en sus hogares o acudir a albergues en zonas de riesgo. “Estamos listos con
el Plan DN-III-E, el Plan Marina y todos los protocolos de emergencia. No queremos repetir la tragedia de Otis”, afirmó, recordando el huracán categoría 5 que devastó Acapulco en 2023.
La CNPC, liderada por Laura Velázquez Alzúa, ha desplegado brigadas de apoyo y rutas de evacuación, mientras que el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, instaló una sesión extraordinaria del Consejo Regional de Protección Civil para coordinar acciones.
Un rayo de esperanza llegó desde Villa de Tututepec, Oaxaca, donde tres pescadores reportados como desaparecidos en la laguna Zapotalito fueron localizados con vida, gracias a los esfuerzos del Consejo Estatal de Protección Civil. Sin embargo, las autoridades advierten que las próximas 48 horas serán críticas, con lluvias intensas pronosticadas para Puebla (sur), Veracruz (sur), Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
UN PAÍS EN VILO
A pesar de la degradación de Erick a tormenta tropical, el peligro persiste. Las imágenes de residentes observando los daños en Bahía Principal, Puerto Escondido, y las casas inundadas en Juchitán por el desborde del río Los Perros son un recordatorio de la fuerza de la naturaleza.
