CAMPECHE. – La estrategia de Alito ha sido siempre la misma, “tirar la piedra y esconder la mano”, así lo hizo con el ex secretario de Gobierno en el periodo de Fernando Ortega Bernéz, Roberto Sarmiento, a quien difamó hasta arrebatarle la candidatura a gobernador; o con el columnista de Champotón Miguel Villarino Árnabar, preso por ser uno de sus principales críticos; y ahora con la gobernadora Layda Sansores, ordenando un ataque mediático con el tema de Nepotismo, buscando desviar la atención de las investigaciones por corrupción que la Auditoría Superior del Estado sigue en su contra.
Una de sus más famosas argusias, que ya es parte del anecdotario político, es la manera en que Alito Moreno forzó a Ortega Bernés a ser su compadre y por consiguiente a darle la candidatura al gobierno; llevó hasta palacio de gobierno a su hijo recién nacido y sin más se lo dio a cargar; de inmediato le pidió al gobernador ser su compadre y éste ya no se pudo negar. Lo demás ya se conoce.
En el lenguaje coloquial, a quien realiza ese tipo de trampas o argucias se le denomina “marrullero”, y el exgobernador, Alejandro Moreno Cárdenas es precisamente eso, un marrulero de la política que ahora proyecta sus artimañas a nivel nacional, como presidente nacional del PRI, al tiempo que realiza esas mismas prácticas en Campeche.
No es casualidad que cada vez que ha hecho este tipo de marrullerías, Alito Moreno esconde sus fechorías dando a
conocer que se encuentra fuera del país o de vacaciones en Cancún, como lo hizo de manera reciente luego del ataque a la gobernadora morenista.
Los casos de nepotismo han estado arraigados desde siempre en los gobierno príistas del estado; en oficinas de las dependencias fue siempre común y hasta normal que los funcionarios colocaran en los puestos a sus hijos, esposas, hermanos o cualquier pariente cercano, sin embargo los legisladores priistas siempre callaron y las denuncias ciudadanas contra ese delito se disolvieron en el olvido.
Sin embargo en esta ocasión, el nombramiento del hijo de la Secretaria de Seguridad Pública, en la Fiscalía General de Justicia que preside Renato Sales Heredia, desató la furia de los lacayos de Moreno Cárdenas, mientras su jefe publicaba en sus redes sociales que se encontraba de vacaciones en Cancún, escondiendo así, como siempre, las manos.
