La importancia de la buena comunicación en la vida familiar provoca beneficios que logran una buena estabilidad en el desarrollo de las relaciones de sus integrantes.
En los niños, su enseñanza en la escuela tiene un mejor promedio y resultados en sus notas y menos problemas de conducta.
Los padres que provocan más diálogo conocen mejor lo que a sus hijos les sucede. En este marco, saben los intereses que tienen, como aquellas cosas en las que tienen problemas y falta de interés. La buena comunicación
les permite pasar más tiempo con sus hijos y lograr un buen desarrollo en las actividades de convivencia diaria. Por ejemplo, se logra una mejor cena con la familia al lograr un mayor diálogo. También se tienen menores chances
de caer en conductas más inapropiadas como fumar, beber o tener alguna adicción.
En este sentido, logran cumplir con sus tareas de mejor forma y pueden hacer todo lo que la escuela y el trabajo les requiere, ya que tienen un mejor desarrollo intelectual y emocional. Según los estudios, la comunicación en la familia hace que estas responsabilidades se cumplan de forma efectiva, ya que tienen la probabilidad de ofrecer un hogar seguro.