Embarcó sus vehículos de lujo a la Ciudad de México, algunos los escondió con familiares y otros más los dio como pago de servicios y favores, el que salió “ganancioso” fue Pedro Cámara que heredó la camioneta Yukon Denali negra como pago por entregarle el PAN.
Misma suerte está corriendo en la cancha de pádel y el resto de la residencia ya que de acuerdo con vecinos y testigos cada vez se intensifican más los trabajos de desmantelamiento en el monstruoso (y feo) inmueble que desde agosto del 2015 fue mandado a construir por Alejandro Moreno Cárdenas ya siendo gobernador electo.
Pero la “operación huída” no empezó ahora que se hizo pública la intención de la gobernadora electa de cumplir su promesa de campaña, sino que inició una semana después de la jornada electoral ya que de acuerdo con testimonios de círculo cercano de Alito, ni siquiera había impugnado cuando ya había solicitado que iniciará la mudanza desalojo y desmantelamiento de su mansión.
Vecinos, amigos, proveedores y empleados de Alito relata con detalle cada uno de los movimientos que se han hecho en esa propiedad y nos cuentan que lo primero que Alíto mando a sacar fue la gran cantidad de vehículos que se encontraban resguardados en el interior del inmueble, muchos de ellos camionetas de lujo y autos deportivos dentro de los que destaca un Corvette Stingray rojo con un valor aproximado de $3,000,000 el cual fue de los primeros en ser enviados a la Ciudad de México en una grúa de plataforma junto con otros vehículos de lujo.
Pero no todo se lo llevó, tiene tantos autos y motocicletas que unos fueron enviados a esconder a casa de sus amigos más cercanos, otros la casa de sus primos y otros fueron devueltos a las agencias; inclusive aprovechó para pagar favores políticos y personales con ellos. Trascendió que el arquitecto encargado del desmantelamiento de La mansión le regaló una camioneta de lujo, y que la Yukon Denali negra que usaba personalmente le fue regalada a Pedro Cámara como pago por entregarle el PAN, eso sí le mandó quitar a la camioneta los rines cromados que le daban su sello personal.
