Pese a que la sexualidad es una parte fundamental del desarrollo integral del ser humano, muchos padres rehúsan hablar sobre sexo con un hijo adolescente. Tal vez por evitar incomodidad del joven o por el propio pudor y vergüenza del adulto; lo cierto es que este tipo de conversaciones tienen lugar con menos frecuencia de la
necesaria.
Es cierto que en los centros educativos los adolescentes pueden recibir charlas sobre salud sexual y reproductiva. Sin embargo, la idea que los jóvenes tienen del sexo proviene de sus propios compañeros, de los medios de comunicación y, en el peor de los casos, de la pornografía.
La educación sexual es una tarea que recae en los padres. Si estos no la llevan a cabo, el menor puede acceder a informaciones confusas y perjudiciales. Así, dada la importancia emocional de las primeras relaciones, y teniendo en cuenta los riesgos que traen aparejados, es imprescindible que los progenitores informen a sus hijos y resuelvan las dudas.
MOMENTO ADECUADO
Si dejas pasar el tiempo, hay una posibilidad razonable de que tu hijo sepa más que tú. Además, te perderás la oportunidad de dar un poco de contexto a su aprendizaje sexual.
INVESTIGA
Si quieres que los niños sean capaces de tomar decisiones seguras, necesitas darle información científicamente exacta, así que prepárate antes de la gran conversación.
SIN PREJUICIOS
Antes de hablar de sexo con tu hijo es importante que se aparte cualquier prejuicio ideológico o religioso, y se sepa adaptarse al carácter y madurez del mismo.
EDUCACIÓN CONSTANTE
En general, es preferible que la educación sexual se produzca de forma natural y paulatina, a medida que el menor va creciendo. Así llegará con ideas claras duran.
INFORMACIÓN CLARA
Lo más importante es dar a los hijos la información veraz y útil que necesitan, para ello tienes que encontrar una manera de sentirte cómodo hablando acerca del tema.
