Todos hemos oído eso de que es necesario dormir entre 7 y 8 horas al día. Además, se dice que el sueño debe de ser de calidad. Esto es así porque, cuando no descansas, todas las partes de tu cuerpo sufren, pero en especial el cerebro.
Cuando no se duerme bien, además de sufrir cambios estructurales en el cerebro, se pueden alterar numerosas funciones. En primer lugar, hay que mencionar que el estado de ánimo suele afectarse. Las personas continuamente cansadas tienden a tener una visión negativa de todo.
Además, existe un incremento de la irritabilidad. También es normal que la creatividad y el ingenio se vean afectados. Cuando no descansas sueles notarte más ‘lento’ a la hora de pensar y razonar. Lo mismo ocurre con los niveles de
concentración.
Por último, es importante saber que la memoria se altera notablemente. Es mucho más complicado retener información cuando no se duerme lo suficiente.
