Un nuevo radiofármaco basado en Flúor 18, que es más económico, duradero y eficiente para el diagnóstico de tumores neuroendócrinos, un tipo de cáncer, estará disponible a partir de marzo en la Unidad de Radiofarmacia-Ciclotrón (URC) de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Hasta ahora, la UNAM es la única entidad que produce este nuevo radiofármaco para el diagnóstico de cáncer en la Ciudad de México y la Zona Metropolitana; con el cual se prevé que con la disponibilidad se reduzca la espera de los pacientes que necesitan ser diagnosticados, dijo Miguel Ángel Ávila Rodríguez, titular de la entidad universitaria.
El investigador señala que este nuevo radiofármaco “está compuesto por el octreotido, molécula a la que le pegamos en su estructura química un átomo de Flúor 18, que producimos en el ciclotrón que tenemos en la Facultad de Medicina, y con estos dos componentes dan lugar al radiofármaco, que una vez que se administra al paciente dirige la molécula al sitio de interés, y a partir de ellas podemos tener la imagen”.
Desde hace un año a la fecha, un equipo de físicos, químicos, bioquímicos y expertos de otras disciplinas trabajan en la implementación del método para producir el Flúor 18 octreotido, y ahora que la técnica les permite garantizar que el radiofármaco tiene la calidad requerida es cuando lo pondrán a disposición de la clínica médica, indicó el experto y socio de la Academia Nacional de Medicina de México.
De acuerdo con el académico, estos tumores son un tipo de cáncer que afecta las células productoras de hormonas y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, especialmente en pulmones, apéndice, intestino delgado, recto y páncreas. Los cuales suelen ser detectados mediante la técnica de tomografía de emisión de positrones con tomografía computada, también conocida como PET-CT.
Actualmente, para diagnosticar los tumores neuroendócrinos se utiliza otro radiofármaco cuya base es el uso de una molécula, que en este caso es el octreótido, a la cual se le une un átomo radioactivo, usualmente Galio 68, que se produce con Germanio 68, un producto importado, de proceso costoso y con una vida media de 68 horas, explicó.
“El Galio 68 se produce al “importar un generador de Germanio 68 que, una vez en el laboratorio, tiene una vida útil de seis meses, y podemos hacer al día tres o cuatro dosis”, dijo Ávila Rodríguez, quien también es miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.
La UNAM abastece del Galio 68 a aproximadamente 25 centros de diagnóstico y hospitales en la capital del país y la Zona Metropolitana, los cuales tienen unidades PET-CT.
Sin embargo, el especialista destacó que ahora al producir este nuevo radiofármaco en la Facultad de Medicina no será necesario importarlo, por lo cual los costos se reducen; además, debido a que tiene una vida media mayor a la del Galio 68 sería posible llevarlo a otras entidades, por ejemplo Querétaro; ahora, el científico espera que se incremente la producción de dosis.
“Actualmente podemos producir entre 10 a 15 unidosis a la semana, pero porque está limitada la oferta; a la hora que tengamos más disponibilidad esperamos que en la misma medida tengamos más demanda y tal vez llegar a duplicar o triplicar las dosis que ofrece la Unidad”, finalizó.
La Unidad de Radiofarmacia-Ciclotrón de la Facultad de Medicina de la UNAM en su conjunto, es pionera en México. Y según el experto, “la UNAM introdujo esta tecnología a principios del 2000 y seguimos siendo quienes marcamos el rumbo de hacia dónde se van a dirigir los estudios de diagnóstico en los centros, a partir de que podamos proveerles radiofármacos dirigidos a blancos moleculares específicos”.