Una nueva amenaza sanitaria ha puesto en alerta a Estados Unidos: la cepa británica B.117 y la variante estadounidense B.1.429 de Covid-19 se han combinado para generar una mutación híbrida de coronavirus con una mayor velocidad de propagación. Descubierta en California, podría traer una nueva fase en la pandemia, explica New Scientist.
Un híbrido más pesado
El híbrido en cuestión es el resultado de la unión entre la variante B.1.1.7 y B.1.429, que se originaron en territorio británico y estadounidense respectivamente.
Ambas cepas son altamente transmisibles y según la exclusiva de New Scientist, esta mutación de coronavirus fue descubierta a inicios de febrero por Bette Korber, bióloga computacional estadounidense, en el Laboratorio Nacional de Los Alamos en Nuevo México. Su equipo de investigación todavía no está seguro de qué tan letal puede ser, o si se comporta distinto a otras cepas mutadas.
Una mutación de importancia evolutiva
El híbrido causó alarma entre los laboratorios británicos también. Según estiman los científicos liderados por François Balloux, del University College London, esta mutación de coronavirus podría ser de gran importancia evolutiva.
“A diferencia de la mutación regular, donde los cambios se acumulan uno a la vez (que es como surgieron variantes como B.1.1.7), la recombinación puede unir múltiples mutaciones de golpe. La mayoría de las veces, estos no confieren ninguna ventaja al virus, pero en ocasiones sí”, explica Graham Lawton en el medio que dio a conocer la primicia.
La aparición de múltiples variantes puede generar la materia prima para más recombinaciones, ya que las personas pueden infectarse con dos variantes diferentes a la vez. Y aunque la evidencia actual no permite conocer mayores características de esta mutación, las investigaciones en curso ahondarán en ella durante las próximas semanas.
