La apendicitis suele empezar con malestar general, fiebre, pérdida del apetito y dolor alrededor del ombligo. A medida que
pasan las horas, el dolor se vuelve cada vez más intenso, desplazándose hacia la parte inferior derecha del abdomen.
Los vómitos, la diarreas o el estreñimiento también pueden acompañar a los síntomas más típicos de una apendicitis.
Si se sospecha, hay que acudir de inmediato a un centro de urgencias para confirmar el diagnóstico y tratarla.
De camino a urgencias no ofrezca ningún medicamento para calmar el dolor y evite consumir alimento alguno. El tratamiento es quirúrgico, es decir, se debe extirpar el apéndice inflamado. Si no fuera así, el apéndice podría reventar en 24 o 72 horas y extenderse la infección por todo el abdomen. Esto es a lo que se le llama peritonitis.
En el caso de que presente una peritonitis, los síntomas son más graves: fiebre alta hasta 40º, mal color, mal estar general y dolor abdominal tan fuerte que incluso impide que se pueda poner de pié.