CAMPECHE, CAMP. El grito del campo volvió a sentirse en la capital campechana. Con sombreros gastados y carteles en alto, productores maiceros llegaron hasta las oficinas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) para exigir lo que consideran justo: “Precios justos”, “Maíz: 7,200 la tonelada y soya: 9,000 sin regateos” y, en letras grandes, un reclamo que retumbó en la explanada: “¡Queremos seguro agrícola ya!”
Carlos Baqueiro Cáceres, delegado de la Sader, reconoció que hay molestia entre productores, pero aseguró que el Gobierno del Estado ya gestiona ante la Federación para que Campeche reciba el mismo trato que otras entidades donde el apoyo al precio del maíz ya fue concretado. “Sabemos que hay enojo, pero el Estado está en pláticas con la República para que la entidad se le dé el mismo trato”, explicó.
Entre rostros curtidos por el sol y manos agrietadas por el trabajo, el sector exigía que su esfuerzo valga lo mismo que en otros estados. “Hay que ponerle fin al coyotaje que desde hace años nos afecta. El campo campechano está a merced de eso, y es lo que más nos lastima cuando no hay un precio justo”, señaló Felipe Mora Hernández, presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC).
El sector busca asegurar que se respete el monto acordado de 7 mil 200 pesos por tonelada de maíz, aunque todavía falta una reunión clave con el Gobierno estatal para definir cómo se garantizará ese precio en Campeche.
El encuentro cerró con una mezcla de esperanza y cautela. El campo campechano, que llegó con pancartas y reclamos, espera que esta vez las promesas se traduzcan en hechos. La próxima reunión con autoridades estatales podría marcar el rumbo de un ciclo agrícola que hoy pende de un precio justo.
