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8 diciembre, 2024

Rapiña

Campeche

Arman la posada con rapiña de “chelas”

CAMPECHE.- A tan solo unos días de que inicien las festividades navideñas, el municipio de Calkiní se vio sorprendido por una volcadura que resultó en una auténtica fiesta… pero de rapiña.

Un tráiler cargado con más de 25 toneladas de cervezas terminó volcado en la antigua carretera federal, cerca del entronque Calkiní-Tepakán, dando lugar a una escena insólita: pobladores de todas partes llegaron al lugar para apoderarse del botín.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 7:45 de la mañana, cuando el conductor del tráiler, al tomar una curva cerrada con velocidad, perdió el control y volcó de su lado derecho. Con el camión tendido sobre la carretera, las latas de cerveza comenzaron a salir disparadas, y pronto una multitud de curiosos se hizo presente.

Lo que parecía un simple accidente de tráfico rápidamente se transformó en una avalancha de personas que llegaron en todo tipo de vehículos: triciclos, mototaxis, camionetas, motos, incluso a pie. La noticia de la volcadura corrió como pólvora por Tepakán y alrededores.

En pocos minutos, la carretera se llenó de rapiñeros que se llevaron cajas y planchas de cerveza por montones. “Era como un mercado, pero en lugar de verduras, solo había latas de cerveza”, comentó uno de los presentes, mientras veía a la gente cargando varias planchas.

Mientras tanto, el conductor del tráiler, aunque un poco golpeado, no requirió hospitalización y fue atendido en el lugar por paramédicos. Sin embargo, los agentes de la policía municipal brillaron por su ausencia, dejando a los lugareños hacer de las suyas sin ningún control.

Fue hasta que la Guardia Nacional llegó al lugar que la situación se calmó un poco. Con actitud firme, los elementos comenzaron a desalojar el área, intimidando a los rapiñeros y llevando a los más osados directamente al patrullero.

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Por último, una grúa hizo su aparición para rescatar el tráiler volcado, que fue trasladado al corralón estatal, mientras el rastro de cervezas vacías y los vestigios de la rapiña quedaban como prueba de una mañana que, aunque caótica, será recordada por mucho tiempo en Calkiní.

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