CAMPECHE. – Aunque el regreso a clases presenciales es una estrategia para rescatar la educación y que beneficiará a estudiantes de todos los niveles educativos, esta situación se ha convertido en una bomba de tiempo debido a que cada vez son más los campechanos que pasean por las calles con el fin de abastecerse de útiles escolares, uniformes y todo lo necesario para la vuelta al colegio.
De igual forma, ha crecido la demanda de cubre bocas, gel antibacterial, así como material de limpieza, debido a que esto ha sido requisito en varios planteles educativos para que los alumnos acudan con mayor seguridad y que de esta manera aminore los contagios de la enfermedad, asimismo además de generar un impacto en la economía el tema de las aglomeraciones es alarmante en el estado.
El Sector Salud exhortó a la población en general a disminuir la movilidad, y aunque esta situación será inevitable llaman a tener más responsabilidad y respetar las medidas sanitarias en cada establecimiento al que acudan, por otra parte se dijo que la gran afluencia de gente ha sido más notoria en el Centro Histórico de la ciudad, en tiendas departamentales, en el mercado principal Pedro Sainz de Baranda.
Cabe destacar que, durante todo el fin de semana, pero en especial este domingo, los padres de familia abarrotaron los comercios aumentando los problemas de vialidad con automóviles estacionados en doble fila, mientras que también no faltaron las quejas de padres por el aumento de precios en los materiales escolares para los que asistirán a nivel primaria y preescolar.
Urge que la gente no baje la guardia, pues la pandemia no ha terminado, y confiarse significaría un retroceso para Campeche, y para la economía de muchos sectores, aunque se prevé que las compras en los comercios por el
retorno de las aulas será inevitable, es necesario que encargados de estos establecimientos pongan de su parte para intensificar los protocolos sanitarios y no olvidarse que los contagios continúan repuntando en el estado.