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29 septiembre, 2024

Campeche

VAMOS A ACABAR CON EL GOBIERNO INEFICIENTE Y CORRUPTO: LAYDA

CAMPECHE. – La obra de Ciudad Administrativa es un monumento a la corrupción.

Esto se puede concluir después escuchar las endebles argumentos de los responsables del gobierno de Aysa durante la reunión de la Gobernadora del Estado, Layda Sansores Sanromán, con el ex Secretario de Desarrollo Urbano, Obras Públicas e Infraestructura (Seduopi), en las instalaciones de la Ciudad Administrativa.

Destaparon puntos como el asunto del terreno, que no es del gobierno del estado y aún así construyeron, o que las rampas para minusválidos las quitaron del proyecto porque no los vieron necesarios.

Quedó en evidencia las múltiples irregularidades de este megaproyecto de poco más de 20 mil metros cuadrados y una inversión -hasta el momento- de más de 970 millones de pesos, como se ha dado a conocer anteriormente la actual titular de la dependencia, Karla Gelisle Sánchez Sosa, lo que pone en riesgo que no se llegue a culminar al no contar con los permisos de construcción, recursos suficientes que no se contemplaron, y aún más que las escrituras de propiedad estén a nombre de un particular, exhibiendo los malos manejos en la
pasada administración estatal, involucrando incluso al dueño del terreno, Rafael Castilla Goytia, dueño del terreno donde se encuentra el inmueble.

Durante el “Martes del Jaguar” adelantado a este sábado por el derecho de réplica solicitado por el ex secretario
de Obras Públicas, éste reconoció que tampoco se tramitó la licencia de construcción, hecho que lamentó Sansores Sanromán, por la amenaza de multas que costará el proyecto ante el Ayuntamiento de Campeche, así como se cuestionó por qué no se contemplaron cuestiones básicas, como la falta de accesibilidad a un edificio público para las personas con discapacidad, dejando entrever la inadecuada supervisión a los trabajos.

Ante los cuestionamientos, el arquitecto Luis Sánchez, residente de la obra, se “lavó las manos”, al confirmar que él firmó un proyecto, sin embargo, el subsecretario y sobrino del entonces titular, Arq. Álvaro Buenfil, se tomó atribuciones para modificar los planos originales.

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