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30 septiembre, 2024

Campeche

CRONICA DE UN TRIUNFO ANUNCIADO

CAMPECHE. – La mañana nublada con amenaza de lluvia fue superada por una neblina intensa que se apoderó del cielo de San Francisco de Campeche, mientras cientos de campechanos, periodistas, políticos, militantes y simpatizantes de morena, aguardaban la llegada de un vuelo procedente de la Ciudad de México. Y es que corrió desde la noche del martes, que llegaría Layda Sansores San Román, la gobernadora electa, y el dirigente nacional morenista Mario Delgado Carrillo.

La neblina hizo su mala jugada. Las aeronaves no podían bajar y los vuelos fueron desviados a Chetumal, Mérida y Ciudad del Carmen. La espera se prolongó y la voz corrió, aunque al parque del barrio de San Francisco, donde iniciaría la marcha, los militantes y simpatizantes de morena empezaron a llegar puntuales: 9 de la mañana.

Los poco más de 200 kilómetros que separan a Campeche de Ciudad del Carmen no fue motivo para que miles de campechanos que esperaban ver y saludar a su Gobernadora electa desistieran. La neblina se disipó y los rayos del radiante sol cayeron intensos sobre las calles que circundan el parque del tradicional del Barrio de San Francisco y obligó a mujeres, hombres, jóvenes y adultos mayores a buscar refugio bajo los árboles, bajo sombrillas, con gorras y sombreros.

Al mismo tiempo el avión procedente de la Ciudad de México, con escala obligatoria en el aeropuerto de la Isla del Carmen, apareció en el cielo campechano… Layda Sansores San Román apareció seguida de Mario Delgado. Caminó a la salida de la sala para atender a los representantes de los medios de comunicación y responder preguntas; se despidió, abordó su vehículo para ir al lugar donde ya cientos de campechanos aguardaban sin bajar el tono, felices, seguros de que ganó la elección y es Gobernadora.

El reloj dejaba correr sus manecillas, eran ya las 11:30, y el coro se escuchó en los alrededores del barrio: ¡Layda Layda Layda, Layda Gobernadora! En pocos instantes Sansores San Román fue arropada por militantes y simpatizantes, a quienes saludó y abrazó.

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