CAMPECHE. – No es opción reducir la actividad comercial en el mercado principal Pedro Sainz de Baranda, debido a que estas acciones repercutirían gravemente en la economía de los comerciantes quienes por ahora están atravesando momentos difíciles al no poder mejorar sus ventas.
Los principales negocios del centro de la ciudad, así como la central de abastos se encuentran limitados por las nuevas restricciones en la semaforización, cerca de 60 comercios han tenido que cerrar en los últimos seis meses principalmente por la presión de tener que pagar servicios del agua, luz, renta, sueldos a sus empleados, entre otros servicios.
El 92% de los afectados afirma que el pago de la energía eléctrica es lo que desequilibra el punto de venta, ya que en muchos comercios tienen hasta tres refrigeradores en uso para conservar sus productos, mientras que el 70 por ciento han presentado complicaciones por los altos pagos de renta en sus locales que rondan entre los 10 mil a 15 mil pesos.
Dicha situación en conjunto, podrían contribuir a más cierres en los próximos meses, ya que con las bajas ventas que registran a diario no les da el negocio para pagar este tipo de servicios, asimismo, señalaron que esta
caída viene desde el año pasado y a pesar de eso, lo único que los ha salvado es que la mayoría opta por obtener créditos para poder financiar sus negocios, sin embargo, con el alza de brotes la situación continúa agravándose
a cada paso.
Al menos 8 de cada 10 negocios, han cerrado por el costo de luz, gasolina, además de la baja del consumo derivado del desempleo, tras esto, muchos prefieren dedicarse a otro tipo de negocios que les puedan generar recursos al día, pero aún con el semáforo naranja temen que las ventas sigan cayendo, esperan con ansias los últimos meses del año que es cuando más repunta su economía.
