CAMPECHE. Entre los pasillos del mercado Pedro Sainz de Baranda, el más concurrido de la capital, el más afectado por la pandemia de Covid-19 por los recientes casos, ahora presenta otra terrible situación, luego de que los mismos locatarios denunciarán el pésimo estado en que se encuentran las instalaciones debido a muchos factores.
Entre las quejas y molestias delos afectados, señalaron que han tenido que soportar que algunas áreas registren anegaciones por el paso de las lluvias y el techo cayendo a pedazos, además de las aguas negras que recorren los alrededores, manifestaron que ya no pueden más con la situación pues desde las alcantarillas en mal estado, se asoman roedores que deambulan por los locales perturbando la paz de consumidores y dañando los productos de los comerciantes.
De tal manera que, dieron a conocer que han sido abandonados por la actual administración municipal y que desde hace más de seis meses no se realiza alguna fumigación en esa central de abasto, comerciantes de carnes rojas y fruterías son los más afectados, pues estas criaturas caminan sobre sus productos lo cual no le brinda seguridad al consumidor.
Pese al constante llamado de los ciudadanos, para que autoridades atiendan esta situación, tienen que seguir soportando la pestilencia que dejan estos animales, pues realizan sus necesidades fisiológicas en cada rincón, esto sumado a la emergencia sanitaria y la ausencia de las vallas metálicas en el mercado, está provocando que la gente ni se asome, registrando pérdidas irreparables y lacerando seriamente su economía.
Por si fuera poco, comerciantes salieron a desmentir las declaraciones del director del mercado principal, Eleazar Herrera Vázquez, pues hace unas semanas afirmó que “cada mes” se combate a los roedores, lo cual es una total mentira, pues se les puede ver corriendo durante la noche y madrugada, ante esto piden la intervención de las autoridades sanitarias para verificar el mal estado del establecimiento y evitar otro tipo de afectaciones causadas por estos animales.
ENTÉRATE
• Esta plaga es un golpe cruel a vendedores, pues todavía siguen sufriendo los estragos causados por la pandemia,
inundaciones, etc.