El cohete chino Long March 5B avanza sin control hacia la Tierra a una velocidad de más de 27 mil kilómetros por hora.
En las últimas horas expertos militares estadounidenses señalaron que el cohete podía caer en la superficie en algún momento entre el sábado y domingo.
Aún se desconoce si sus restos se desintegrarán al hacerlo o si impactarán contra la superficie del planeta, y en caso de que ocurra esto último, en qué punto sucederá.
Aunque no se descarta que pueda ser en una zona habitada, los expertos coinciden en que el riesgo de que alguien salga lastimado es “extremadamente improbable“ y llaman a la calma.
Será uno de los reingresos no controlados más grandes de los últimos 30 años.
¿Dónde podría caer?
Jonathan McDowell, experto del Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard, señaló que “si quiere apostar sobre dónde aterrizará algo en la Tierra, apueste por el Pacífico, porque el Pacífico es la parte más extensa de la Tierra. Es así de simple”.
Además, la posible zona de caída está restringida por la trayectoria del cohete, el cual se mueve con una inclinación hacia el ecuador de unos 41,5 grados.
Esto significa que ya es posible excluir que los escombros puedan caer más al norte que aproximadamente 41,5 grados de latitud norte y más al sur que 41,5 grados de latitud sur.
UPDATE: Chinese Long March 5B (NORAD-ID 48275) is expected to re-enter this week – NORSS' Monte Carlo results provide a probabilistic re-entry time of approximately 0248UTC on 09/05/2021. The 2 sigma uncertainty window currently spans 595 minutes. pic.twitter.com/I5jsRWsW6F
— NORSS Orbital Analyst Hive (@HiveNorss) 7 de mayo de 2021
Por su parte, Beijing, tras permanecer varios días en silencio, decidió restarle importancia al asunto asegurando que no había peligro. “La probabilidad de causar daños es extremadamente baja”, dijo el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin. “La mayoría de los componentes se destruirán” al entrar en la atmósfera, agregó.
La mayor parte del aparato debería quedar calcinada cuando haga su última inmersión en la atmósfera, consideran los expertos.
Pero siempre existe la posibilidad de que los metales con altos puntos de fusión y otros materiales resistentes sobrevivan hasta la superficie.
Mike Howard, portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, señaló este jueves que el Comando Espacial monitorea la trayectoria del cohete.
Sin embargo, reconoció que ni siquiera se conoce el punto exacto de entrada a la atmósfera y que su avance no tiene control.
Estación espacial china
China utilizó el cohete para poner en órbita parte de su estación espacial la semana pasada, la cual se ensamblará a partir de varios módulos que se enviarán en diferentes momentos y se espera tenerla en pleno funcionamiento a fines de 2022.
Y aunque la mayoría de los desechos espaciales se queman en la atmósfera, el tamaño del cohete de 22 toneladas es lo que provoca preocupación.