Aún con la tercera ola de la pandemiase espera estabilidad en los planes de crecimiento de Pemex, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados temen que una segunda ola del COVID-19 y un salto en la producción de Libia pueden empujar el mercado del petróleo a un superávit el próximo año, según un documento confidencial, lo que significa un panorama más sombrío que el pronosticado en septiembre para el sector petrolero del país.
Especialistas del ramo petrolero indican que en México, a pesar de que en inicio del año hay un optimismo del alza económica del país del un 5%, un plan de reducción al precio de las gasolinas, además de los pasos agigantados para terminar con la corrupción en la Empresa Productiva del Estado.
Los pronósticos de la OPEP que fueron distribuidos en una información de la empresa Reuters señala que “Las primeras señales de recuperación económica en algunas partes del mundo se ven ensombrecidas por las frágiles condiciones y el creciente escepticismo sobre el ritmo de la recuperación”, según un documento utilizado en la reunión mensual del panel.
El llamado Comité Técnico Conjunto, un panel de funcionarios de los productores de la OPEP, consideró que este es
el peor escenario durante una reunión mensual. El panel no había visto un superávit en ninguno de sus pronósticos.
El superávit podría amenazar los planes de la OPEP, Rusia y sus aliados, conocidos como OPEP, para levantar gradualmente los recortes de producción récord realizados este año y añadir 2 millones de barriles diarios de petróleo al mercado en 2021 y con esto, una vez los precios del petróleo tendrían un colapso como el año pasado donde el barril de petróleo llegaría por debajo de los 30 pesos lo que afectaría la economía mexicana.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no ha indicado hasta ahora ningún plan para descartar ese aumento de la oferta.
“En particular, el resurgimiento de los casos de COVID-19 en todo el mundo y las perspectivas de confinamientos
parciales en los próximos meses de invierno podrían agravar los riesgos para la recuperación de la economía y la demanda de petróleo”, agrega.