Este anuncio se produce al día siguiente de que cientos de aficionados del Manchester United invadieran Old Trafford como protesta por la implicación de los “Red Devils” en la creación de la Superliga, lo que obligó a aplazar el partido contra el Liverpool.
El proyecto de la Superliga, una competición europea de 20 clubes en los que 15 plazas estarían reservadas todos a los años a sus ricos clubes fundadores (entre los que estaban seis ingleses, tres españoles y tres italianos), fue por el momento neutralizada como consecuencia de la oposición de los aficionados, así como por las instancias deportivas y el mundo político.
Esa oposición llevó a los seis clubes ingleses (Manchester City, Manchester United, Liverpool, Chelsea, Arsenal y Tottenham) abandonar el proyecto (liderado por el Real Madrid y la Juventus) apenas 48 horas después de anunciarse su creación, aunque esta retirada no ha acabado con las protestas en contra de un proyecto de este tipo.
“Los acontecimientos de las dos últimas semanas han atacado los fundamentos y el espíritu del futbol inglés”, escribió el organizador del campeonato inglés en un comunicado, llamando a que “todas las protestas sean pacíficas”.
La Premier League anunció que trabaja con la federación y el gobierno inglés para modificar el marco legal “con el objetivo de defender los principios fundamentales de la competición profesional: una jerarquía abierta, una progresión basada en el mérito deportivo y unos principios de integridad deportiva elevados”.
“Estas medidas están pensadas para acabar con la amenaza de competiciones disidentes en el futuro”, reiteró al Premier League en su comunicado.
Entre las medidas a adoptar estarían la firma de unos estatutos por parte de los propietarios de los clubes que les obligaría a “respetar los principios fundamentales de la Premier League“, bajo la amenaza de “sanciones importantes”.
“La actuación de un puñado de clubes no debe crear tanta división y problemas”, insistió la liga europea.