Paraestatales como Petróleos Mexicanos (Pemex), pueden encontrar beneficios al realizar alianzas con
operadores privados con el fin de abonar a la seguridad energética, coincidieron expertos durante la Convención Nacional Petrolera.
Durante el panel “Beneficios de los esquemas de asociación entre empresas paraestatales y operadores privados para la seguridad energética”, moderado por Ricardo Padilla, de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM); los expertos evaluaron los casos de paraestatales como Pemex y Petronas y cómo ha sido su desarrollo a partir de acuerdos con privados.
LOS BENEFICIOS A PEMEX
Al respecto, Héctor Moreira, comisionado de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), recordó que la Empresa Productiva del Estado (EPE) mexicana tiene varias alianzas con privados. A través de ellas, el Estado ha recibido poco más de 5 mil millones de dólares en total por estos contratos.
Además, el experto indicó que las inversiones esperadas en contratos a nivel nacional por operador rumbo a 2035 es
por 48 billones de dólares; de esa cifra, al menos 13 mil millones de dólares lo invertirán las alianzas a través de Pemex o los privados.
También, se estima que para 2035, los contratos producirán 600 mil barriles de petróleo al día; y 500 mil millones de pies cúbicos diarios, de los cuales el 40% provendrá de las alianzas.
“Hay confianza grande por parte de los privados y Pemex de que las alianzas están funcionando”, comenta.
A la par, Benigna Leiss, del Baker Institute for Public Policy Center for Energy Studies Rice University, coincidió en que
la colaboración entre el sector público y privado en la industria upstream, está funcionando.
Sin embargo, la participación del sector privado se vuelve crítica cuando hablamos de la industria midstream;que incluye el procesamiento del petróleo y gas en refinerías, y en el almacenamiento para llegar a las gasolineras.
“Tenemos que considerar cómo hacemos llegar los productos que se generan del petróleo y gas al consumidor final”.
Del mismo modo, la experta asegura que si bien se espera una declinación en la demanda de los productos petrolíferos, esto no afectará a los petroquímicos; quienes se estima tendrán un 60% de participación en la demanda.