CAMPECHE. La caída en precios en el mercado principal Pedro Sainz de Baranda, la reducción del consumo local y por consecuente un incremento en los niveles de inventario son algunas de las disyuntivas que enfrentan varios locatarios ante los efectos de la pandemia por coronavirus.
Esto ha generado estragos en la economía de cientos de familias quienes han tenido sus negocios en la central de abastos por años, y debido a la crisis sanitaria que aún no termina han tenido que llegar al extremo de bajar los precios de sus productos locales con el fin de atraer a la ciudadanía y poder recuperar sus ventas.
De igual forma, comerciantes aseguran que con las ofertas a productos hará que la gente acuda más a las inmediaciones, ya que no quieren estar en desventaja puesto que otros comercios también han tenido que adaptarse a las promociones y descuentos con la finalidad de no perder a los consumidores.
Sin poder hacer más, muchos han tenido que ajustarse a lo que demanda la ciudadanía, ya que si no fuera por ello no podrían llevar el sustento a casa, asimismo, destacaron que otra de las causas por las que han tenido que bajar sus precios es que ya no están dispuestos a resguardar mercancía que les quedó, por ello han implementado nuevas formas de ofertar sus productos a bajos costos y así poder vender hasta el último producto.
Finalmente, comerciantes expresaron sentirse agobiados por la pandemia ya que tienen conocimiento de que el virus no desaparecerá de la noche a la mañana, por lo que tienen esperanzas de que con el plan de vacunación que apenas está en proceso Campeche pueda tener una rápida recuperación en cuanto a empleos y en su economía, varios giros comerciales se están inclinando a las rebajas, principalmente en frutas y verduras; sin embargo, locatarios de carnes no pueden bajar más el precio ya que es lo que menos compra la gente en el mercado.