Sufrió más de la cuenta, se topó con la actuación de un portero que lo paró prácticamente todo, pero Ousmane Dembélé evitó el ridículo en tiempos extra. El Barcelona no se podía permitir el lujo de perder dos opciones de título en sólo cuatro días. Tras caer en la prórroga de la final de la Supercopa frente ante el Athletic quedarse fuera ante un Segunda B (tercera división) en la Copa, trofeo de la que es el rey, podía suponer un terremoto en Can Barça. Una Copa en la que sin Real Madrid y Atlético es el claro favorito al título. No fue su mejor partido, no lo consiguió hasta la prórroga, pero el Barcelona estará en el sorteo de octavos gracias al golazo de Dembélé que superó a un inconmensurable Ramón, que lo paró casi todo.
Ronald Koeman sacó un equipo con muchos cambios, pero reconocible. Debutó Ilaix en el centro del campo dejando buenas maneras y el resto era un equipo más que competitivo con Antoine Griezmann y Martin Braithwaite en punta. La experiencia pasada del Cornellà contra el Atlético no permitía concesiones. Y menos a balón parado. Los de Simeone cayeron tras un gol de falta y estaban avisados. Pero Araujo volvió a hacer un gran partido dejando un mensaje claro a sus dirigentes de que hay un gran central en la plantilla. No hace falta mirar tanto lejos.
La primera gran ocasión azulgrana llegó en el minuto 32 tras un tiro de esquina que sacó Pjanic y remató de volea Trincao para que se luciera Ramón, el meta del Cornellà que llevaba un casco a lo Peter Cech tras un reciente traumatismo. Justo antes del descanso el portero local volvió a ser decisivo para su equipo. Estellés midió mal en un intento de despeje e hizo penalti a Araujo. Sin Messi y con Griezmann y Braithwaite con fallos recientes fue Pjanic el lanzador. Pero el lanzamiento del bosnio lo paró Ramón adivinando su intención. Y al descanso se llegó sin goles en el marcador.
Pese a no pasar problemas en el primer periodo, Koeman le quiso meter más ritmo al partido y metió a Dembélé por Riqui Puig jugando un 4-2-3-1 en vez del 4-3-3 inicial. No lo estaba haciendo mal el canterano, pero el tener amarilla pudo influir en su cambio. Nada más al reanudarse el partido Ramón volvió a salvar el 0-1 a un remate desde cerca de Braithwaite. El Barça seguía mandando, pero el con el paso de los minutos el Cornellà empezó a soltarse y aparecer en ataque. Koeman se dio cuenta y tiró de Busquets y Pedri para intentar que no se descontrolara la situación.
Segundo penalti parado
A falta de 10 minutos, Soto Grado señaló un segundo penalti para el Barcelona. Falta clara de Pol Moreno sobre Lenglet y el partido en los pies de Dembélé. Pero el francés lo lanzó fatal por el centro y Ramón lo detuvo. Si ya estaba siendo decisivo el meta local, después de esto estaba de selección… Braithwaite tuvo también el partido unos minutos después pero su lanzamiento desde cerca es digno de estudio ya que acabó en saque de banda. La dos últimas antes de la prórroga las tuvieron Pjanic con un gran disparo que desvió Ramón a córner tras dar en el larguero y Lenglet con un cabezazo a la salida de un córner que se fue fuera por poco.
Tercera prórroga del Barcelona en ocho días, el cansancio podía mella. Y ver cómo superar a Ramón empezaba a preocupar a los de Koeman. Llegar a los penaltis era casi perder viendo los precedentes del partido. Pero Ramón seguía en su línea y detuvo un buen lanzamiento de Dembélé. Sin embargo, un minuto después, el francés no falló en su segunda oportunidad y su fuerte lanzamiento desde fuera del área no lo pudo detener Ramón pese a que tocó el balón. El Barcelona respiraba después de pasarlo mal, no llegó a sufrir porque el Cornellá no tuvo ocasiones en todo el partido y al final se quedó con 10 por la expulsión de Estellés, pero no se podía permitir llegar a los penaltis. Konrad pudo sentenciar antes de llegar al descanso de tiempos extra, pero ahí seguía Ramón. En el último segundo Braithwaite hizo el 0-2 a placer a pase de Pedri. Pese a la derrota, el arquero local se merece una estatua por su partidazo.
