Si Rusia hubiera envenenado al opositor Navalni, él estaría muerto: Putin

Vladimir Putin, presidente de Rusia, declaró que su opositor político número uno, Alekséi Navalni, no fue envenenado por sus servicios especiales porque, de lo contrario, Alekséi Navalni habría muerto. Putin se niega a pronunciar el nombre de su detractor, y se refiere a él en relación con el lugar de su hospitalización (Alemania) después de su envenenamiento, supuestamente aplicado por el Kremlin.

En una importante conferencia de prensa anual en Rusia, donde varios periodistas se reúnen para cuestionar a Vladimir Putin, el mandatario de Rusia explicó, con autoridad y seguridad, sobre Alekséi Navalni:

“El paciente de la clínica berlinesa (Alekséi Navalni) tiene el apoyo de los servicios especiales de Estados Unidos, y por ello debe ser vigilado por servicios especiales (de Rusia). Pero eso no significa que había que envenenarlo. Si hubiésemos querido (envenenarlo), pues se habría hecho lo necesario (Alekséi Navalni estaría muerto)”.

Vladimir Putin vs Alekséi Navalni en Rusia

Atribuyen el envenenamiento al Servicio Federal de Seguridad (FSB) de la Federación de Rusia.
El FSB es heredero del Comité para la Seguridad del Estado (KGB); Putin fue jefe de ese órgano.
Vladimir Putin rechaza una investigación de varios medios de comunicación (Bellingcat, CNN y Der Spiegel).

Según la investigación, basada en el análisis de datos telefónicos y de fugas de información en línea en Rusia, agentes del FSB, especializados en armas químicas, siguen al opositor Alekséi Navalni desde 2017. Estuvieron presentes el 20 de agosto en Tomsk, ciudad siberiana donde se produjo el envenenamiento, según esta larga investigación que Putin ya ha descalificado como incierta en Rusia.

Sin embargo, el artículo donde se acusa a Putin no establece ningún contacto directo entre esos agentes y el opositor Alekséi Navalni ni prueba alguna de un paso al acto o de una orden dada. Rusia niega que Alekséi Navalni haya sido envenenado en Tomsk, y afirma que la sustancia tóxica Novitchok, detectada por laboratorios tras su hospitalización en Alemania, no estaba presente en su organismo cuando fue tratado en Rusia.