CAMPECHE. A 7 meses de la ‘madre de todas las batallas’ siguen las renuncias en el PRI campechano, arrastrando en sus escándalos al PAN.
La ambición desmedida del exgobernador Alejandro Moreno,
quien tiene sometido no solo a su sustituto, Carlos Miguel Aysa, sino también al PAN en un “matrimonio mal habido’, le permite todo tipo de atropellos como agandallarse las candidaturas.
EL YERNO INCÓMODO
En esta ocasión el escándalo tiene nombre y apellido. Le tocó el
turno a Walter Olivera Valladares, extitular de la Unidad de Comunicación Social del Gobierno del Estado, quien según se dice no solo fue un leal funcionario, sino que, en un franco abuso de poder, Alito Moreno lo hizo aparecer en sus negocios como su “socio”.
Así que en esta renuncia el comité directivo campechano recibió la orden de no aceptarla, al grado de no sellar el acuse.
La historia de la salida del yerno de Carlos Aysa al PRI tiene sus
orígenes en una “guerra” intestina que inició en el gobierno y siguió hasta Insurgentes Norte en la Ciudad de México.
Sin embargo, hay que decir que por más que se esforzó la prensa
oficialista en minimizar el hecho, está renuncia fue un acontecimiento que sigue dando de qué hablar, pues más allá del “conflicto de intereses “, el hecho real es que Walter Olivera, junto con Cetina y otros jóvenes que fueron muy cercanos a Alito, representaban, por otra parte , un peligro para el ungimiento del sobrino preferido, Christian Castro.
Todo esto derivó en el acoso a que fue sometido Walter desde el
poder, al grado de cerrarles todas las puertas y sufrir amenazas de muerte.
Se llegó a decir, inclusive, que la salida de Walter, no solo del gobierno, sino del estado, se debió a la supuesta filtración de valiosa información sobre las “transas ” de Alejandro Moreno.
PRESTANOMBRE LIGADO AL PODER Y AL PRI
Todo esto por que hay quien asegura que Alito con la complicidad de Aysa, su suegro, lo utilizó como prestanombre en muchos
negocios.
Walter, es un comunicador con larga trayectoria en los medios en
donde es respetado y querido, pero de ahí a ser lo que se llama “sapo” hay mucha distancia. Por muchos años estuvo ligados
al poder y particularmente al PRI Gobierno, hasta que fue obligado a renunciar bajo el supuesto de que los lazos familiares con el gobernador sustituto era incompatible.
Fue así como se convirtió en el “yerno incómodo”, al que se veía
como “francotirador” por conocer los secretos más caros de los
negocios de Moreno Cárdenas en el que desde luego tenía parte
Aysa. Aún fuera del gobierno fue atacado por el ahora gobernador interino Carlos Miguel Aysa Gonzalez, con todo y que el ahora expriista casó con su hija y lo hizo abuelo de sus hijos . Nada de esto fue suficiente para echarlo del terruño y cerrarle las puertas a él y a su familia. Se dice que fue burlado y humillado.