Dinamarca sacrificará hasta 17 millones de visones después de que una mutación del COVID-19 se encontró en los animales y ésta pasó a los humanos, donde ya se registran 12 casos, lo que representa un riesgo para cualquier posible vacuna a futuro.
Lo anterior lo dio a conocer la primera ministra Mette Frederiksen e informó que “hay que sacrificar a todos los visones y así no representar un problema para la cura del virus“.
Los brotes en criaderos de visones han persistido en el país nórdico, el mayor productor mundial de pieles del mustélido, pese a los esfuerzos desde junio de sacrificar animales infectados.
Al respecto, las autoridades danesas declararon:
“Esta mutación no agrava las complicaciones causadas por el coronavirus en el ser humano pero sí que actúa sobre los anticuerpos, restándoles eficacia, lo que añade un problema al desarrollo de la vacuna del COVID-19″
El responsable del Control de Enfermedades Infecciosas (SSI) de Dinamarca, Kåre Mølbak, mencionó que de “seguir con la cría de estos visones supondría un riesgo elevado para la salud pública, tanto en Dinamarca como para el extranjero”.
Los 12 casos de transmisión en humanos del virus mutado fueron detectados en el norte de Jutlandia (oeste), donde se concentran la mayoría de criaderos. El lunes, las autoridades ya habían sacrificado más de 1,2 millones de animales.
Las autoridades danesas prometieron compensaciones a los criadores de visones por estos sacrificios.
También se han sacrificado visones en Países Bajos y España después de encontrar infecciones.
El gobierno prometió compensaciones a los criadores. El sector emplea a unas seis mil personas en ese país de 5,8 millones de habitantes.
Tage Pedersen, presidente de la Asociación de Criadores de Visones, aseveró que “es un día negro para todos nosotros y para Dinamarca”.