CAMPECHE. En cada esquina, calle y avenida principales de la capital, se observa cada vez más la presencia de puestos de comida rápida, de venteros de cubrebocas reciclados, los llamados “chiapitas” o puestos semifijos, que sin ningún control sanitario provocan la aglomeración de consumidores, por ello, inspectores realizaron un operativo de desalojo de más de 150 ambulantes instalados en varios puntos de la ciudad, acto que enardeció a los desalojados, quienes se sienten amenazados
y desesperados pues era su única fuente de ingresos.
El hecho indignó a más de un campechano, pues algunos ambulantes estaban conformados por personas de la tercera edad quienes se dedicaban a la venta de comida, frutas y verduras, algunos se negaban a retirarse del lugar y comenzaron a forcejear con los inspectores, quienes finalmente terminaron decomisando el producto.
Pese a que algunos comerciantes informales se sintieron agredidos, ofendidos y afectados, hubo amenazas y hasta violencia por parte de estos, pero autoridades manifestaron que es necesario que estos ambulantes cumplan con pagos y requisitos como lo marca el reglamento, tal y como lo hacen
locatarios en el mercado principal, el objetivo de estas acciones fue retirar a vendedores quienes obstruyen las vías peatonales, calles y quienes no cuentan con permisos, así como bajo el argumento de que entorpecían el tránsito, procedieron de manera pacífica, a quitarlos de la zona.
Las acciones fueron simultáneas y arrancaron desde temprana
hora, uno de los procedimientos tuvo lugar en el cruce de las Avenidas Colosio y Central, sitio donde los agentes de Tránsito y Vialidad les indicaron a los ambulantes que si continuaban con las ventas serían multados, la maniobra se replicó en las avenidas Aviación y Concordia.
