La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que el nuevo coronavirus (COVID-19), ya habría infectado al 10% de la población mundial, por lo que es una “llamada de atención” para la comunidad internacional.
El director de emergencias sanitarias de la OMS, Michael Ryan, explicó que alrededor del 10% la población mundial podría estar contagiada, es decir unos 780 millones de personas, mucho más del doble de las cifras oficiales (35.3 millones).
Durante una sesión extraordinaria del Consejo Ejecutivo de la OMS sobre la respuesta al COVID-19, Tedros Adhanom Ghebreyesus defendió la labor de la organización, acusada en especial por el presidente estadounidense Donald Trump de incompetencia en su gestión de la pandemia, que ya causó más de un millón de muertos.
Esta reunión extraordinaria de 2 días del Consejo Ejecutivo, que reúne a los representantes de 34 países elegidos por tres años y encargado de preparar y aplicar las decisiones de los miembros, es solamente la quinta en la historia de la organización.
Fue convocada por la OMS en respuesta a una resolución aprobada por los Estados miembro en mayo, que preveía una “evaluación independiente” de la respuesta a la pandemia por parte del organismo y de la comunidad internacional.
La alerta por el COVID-19
La OMS decretó la alerta mundial el 30 de enero por el COVID-19. Desde entonces, fue muy criticada, en especial por Estados Unidos, por su demora en declarar el estado de emergencia, a pesar de que el coronavirus ya había sido detectado a finales de diciembre en China.
También, recibió críticas tras emitir unas recomendaciones que fueron consideradas tardías o contradictorias, especialmente sobre el uso de cubrebocas o las formas de transmisión del virus. Otros señalaron además que la institución no contaba con recursos presupuestarios e independencia ante los Estados.
Este lunes, el representante austriaco, Clemens Martin Auer, alabó la actuación de la OMS, pero pidió una revisión de su gobernanza.
En las últimas semanas, varios países lanzaron reflexiones sobre una reforma de la OMS, como Estados Unidos y el eje franco-alemán.
Entretanto, la OMS puso ya en marcha una campaña para recaudar fondos para la salud mental, “la gran olvidada” de la pandemia, que devastó los servicios especializados.
De 130 países encuestados, 92 señalaron graves perturbaciones en estos servicios de salud mental, según un balance presentado por la organización.
“Es el aspecto olvidado de COVID-19”, señaló Devora Kestel, directora de la OMS encargada de la salud mental, insistiendo en la necesidad de más fondos.