Joe Biden, candidato del Partido Demócrata para la presidencia de Estados Unidos, publicó su declaración fiscal horas antes de un debate que se realizará en Ohio contra su rival del Partido Republicano, el actual presidente Donald Trump, quien recibe críticas por negarse a publicar sus pagos de impuestos y luego de que el diario The New York Times reveló que apenas canalizó 700 dólares por ese concepto en 2016.
Según los documentos publicados por su campaña, Joe Biden y su esposa Jill Tracy pagaron 299 mil 346 dólares en impuestos federales el año pasado. La situación financiera de ambos candidatos ocupará un importante lugar en el primer debate de la campaña que se realiza a las 20:00 horas de este martes 29 de septiembre. Ante esto, no se debe olvidar que Donald Trump seguramente irá cargado con contraataques.
“¡Mentiras!”, acusa Joe Biden
En esta recta final de la campaña presidencial, el demócrata Joe Biden, vicepresidente de Estados Unidos cuando Barack Obama presidió la Casa Blanca de Washington D.C., ha acusado reiteradamente a Donald Trump de ser un “mentiroso” y de advertirle que “el pueblo estadounidense merece transparencia de sus líderes y por eso hoy publiqué mis declaraciones fiscales de los últimos 22 años”, indicó Joe Biden en Twitter.
El candidato demócrata, con ventaja en las encuestas, publicó 40 páginas sobre su situación fiscal en el estado de Delaware y en Virginia.
En julio de 2019, Joe Biden difundió sus declaraciones fiscales para 2016, 2017 y 2018 durante las primarias en las que se impuso como candidato.
No subestimes al rival
Donald Trump siempre se jacta de su astucia y su dureza, y usará esos puñetazos verbales en el primer debate contra Joe Biden para las elecciones que se celebrarán el próximo martes 3 de noviembre en Estados Unidos: “Es como un combate en el ring. La misma cosa, un poquito menos físico, apenas”, dijo días atrás, comparando el duelo del martes con un encuentro de Artes Marciales Mixtas.
¿Cuál es el punto fuerte de Donald Trump? Su capacidad para imponer sus propias reglas. Como en el ejercicio del poder, el empresario neoyorquino pretende en el debate presidencial liberarse de las tradiciones que se han ido arraigando en estos enfrentamientos desde el primero organizado hace 60 años, en Chicago, Illinois, entre el legendario demócrata John F. Kennedy y el controversial republicano Richard Nixon.
