CAMPECHE, CAMP. El hartazgo explotó la mañana de ayer en la primaria Lázaro Cárdenas del Río, en la colonia Bellavista, donde padres de familia decidieron cerrar las puertas del plantel. No aguantaron más. Exigen un intendente que limpie la escuela —que ya huele a abandono— pues hay baños sucios, salones llenos de polvo y los niños no pueden estar así.
La escuela lleva más de dos meses sin personal de limpieza, luego de que la única trabajadora que cubría ese puesto se incapacitara por un accidente. Desde entonces, los padres intentaron sostener el orden: pagaron de su bolsillo para que alguien limpiara, incluso ellos mismos empuñaron las escobas. Pero el esfuerzo se agotó, y con él, la paciencia.
“Ya estamos hartos, los niños no pueden seguir estudiando entre suciedad, con baños que enferman. Esto ya no es una escuela, es un abandono, los menores deben soportar a diario los malos olores y encima no hay papel”, recalcó Teodora González madre de un pequeño.
ÁREAS INSALUBRES Y NIÑAS INFECTADAS
Los padres no están protestando por gusto. Denuncian que los baños están en condiciones tan precarias que varias niñas han presentado infecciones. La comunidad escolar intentó contener el problema, pero se volvió insostenible. “No es justo que tengamos que pagar o limpiar nosotros porque las autoridades no mandan a nadie”, reclamaron.
Sin embargo, el director y subdirector del plantel, Armando Guzmán y Martín Méndez, solo se escudaron y salieron a pedir a los padres que quitaran las cadenas del plantel, alegando que esto está atrasando las clases de sus hijos y así no aprenden. Además, pidieron al menos una semana para poder contratar a alguien nuevo de limpieza.
SIN SOMBRA, CON CALOR Y DESMAYOS
Además de la crisis sanitaria, los padres exigen la construcción de un domo para proteger a los estudiantes del calor extremo. Las altas temperaturas han provocado desmayos entre los niños durante la activación física, ya que no hay una sola sombra que los cubra en la cancha.
Los padres aseguran que han entregado múltiples oficios a la Secretaría de Educación y han sido acompañados por el director y el supervisor escolar en la gestión, pero hasta ahora no han obtenido respuesta favorable.
“Otras escuelas tienen domo… ¿por qué la nuestra no?”, preguntan con indignación.
LA PROTESTA SEGUIRÁ
Son más de 300 alumnos los que hoy no tienen clases. Y no es por falta de ganas. Es porque sus padres decidieron no permitir más que estudien en condiciones de abandono. Aseguran que no abrirán el plantel ni permitirán el ingreso de maestros hasta que les asignen a un intendente de forma inmediata y comiencen con el compromiso real del domo.
“Queremos lo mejor para nuestros hijos. Esto no es capricho, es necesidad. Ya basta de invisibilizarnos”. Mientras tanto, en la primaria Lázaro Cárdenas del Río, el polvo se sigue acumulando… pero también la rabia.
