MÉXICO.– En un acto emblemático, el Jefe del Ejecutivo Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, encabezaron la entrega de caminos artesanales en Oaxaca, una obra que va mucho más allá del asfalto y el concreto. Con una inversión de 17 mil 800 millones de pesos y la meta de construir 3,844 kilómetros de caminos en diez estados, este programa es un ejemplo de cómo la infraestructura puede convertirse en un motor de justicia social.
El titular de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Jorge Nuño Lara, subrayó que la entrega de estos caminos es un acto de dignificación.
“Lo que hoy entregamos es más que infraestructura, es justicia social y dignidad para la gente”, declaró. Y es que, más allá de los números impresionantes —como los dos mil 800 kilómetros y 216 caminos solo en Oaxaca, con una inversión de 12,762 millones de pesos—, la verdadera transformación está en la vida diaria de las comunidades beneficiadas.
Cada tramo de carretera construido bajo este programa ha reducido en promedio tres horas de viaje para los habitantes de las zonas rurales, facilitando el acceso a servicios esenciales como educación, salud y comercio. Esta es una de esas políticas públicas que, aunque invisibles para muchos, tienen un impacto directo y profundo en la calidad de vida de las personas más vulnerables.
