CAMPECHE.- Campeche inigualable por su estructura colonial, baluartes y fuertes que sirvieron para repeler los ataques piratas, así como las extraordinarias murallas que resguardaron la integridad del pueblo campechano, el Estado alberga una inigualable cantidad de tesoros, algunos, recónditos en las zonas más alejadas de la mancha urbana.
Tal es el caso del puente erigido para el paso exclusivo de la emperatriz Carlota, ubicado en los últimos vestigios del conocido como “Camino Real” que conectó en su momento a la ciudad de Campeche con el vecino Estado del norte, Yucatán con su capital Mérida.
Por los recorridos de campo que hay entre las comunidades de Campeche, hay un viejo pero histórico puente de Hampolol que fue construido únicamente para el tránsito de Carlota de México que fue la segunda y última emperatriz consorte de México.
A pocos kilómetros al norte de la ciudad y puerto de San Francisco de Campeche se levanta una serie de arcos de mampostería que durante varios siglos facilitó el traslado de personas y mercancías a lo largo del camino real, nombrado oficialmente como al puente de Hampolol.
Cuyo recuerdo ha logrado preservarse a lo largo de los años, con su último vestigio visible de lo que antaño fue el conocido como “Camino Real”, que fue una vía que conectaba varia ciudades, villas y poblados a lo largo de la ruta entre Campeche y Mérida.
Este puente de piedra labrada es famoso a nivel local por ser uno de los escenarios documentados en la travesía de la emperatriz Carlota en tierras peninsulares en 1865, siendo el camino que tomó para llegar a la ciudad amurallada de Campeche.
La construcción de este puente, tiene su origen en los siglos XVII y XVIII con la presencia de un puente de origen colonial que, para inicios del siglo XIX, ya presentaba alto estado de deterioro, esto, ocasionado por los diversos fenómenos climatológicos, así como el paso constante de los ciudadanos de la zona.
La remodelación del puente a su estado actual data de este periodo, existiendo documentos en el Archivo General de las Indias fechados en 1813, en los cuales propone la implementación de mejoras, el puente destaca por la presencia de piedras labradas y sillares de origen prehispánico acopladas para formar la calzada.
De acuerdo con información brindada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la referencia más temprana al Camino Real que ocupa parece ser la consignada por Antonio de Ciudad Real, quien narró el viaje en el que acompañó a fray Alonso Ponce en 1588, donde redactó que hay muchas fuentes, pero solo una junto al mismo Campeche, en el camino real, y que en aquel entonces era de agua dulce, Campeche, una gran cultura que guarda en sus estructura colonial, baluartes, murallas y fuertes una gran historia a través de los años.
EL PUENTE HAMPOLOL SE RESISTE A MORIR
El puente de Hampolol, pieza arquitectónica colonial de Campeche, muy importante durante el Virreinato una de las principales vías de comunicación con los estados vecinos.
Ubicado al norte de la ciudad de Campeche, est e p u e n t e f o r m a p a r t e del Patrimonio Cultural Histórico campechano debido a su antigüedad, belleza e importancia.
Los antiguos caminos que comunican al puente con otras regiones fueron conocidos durante el Virreinato como Caminos Reales, pues eran considerados como propiedad de la Corona española.
Actualmente, el puente Hampolol se mantiene olvidado y esperando recobrar su esplendor para que pueda ser apreciado por propios y extraños, que solamente pasamos sin darnos cuenta de este icono de la infraestructura virreinal que se mantiene, por su calidad a pesar del tiempo y falta de mantenimiento, en condiciones sorprendentemente buenas.
