En Filipinas, un hombre vio como un bulldozer aplastaba su querido vehículo después de que mintiera en su declaración acerca de los bienes materiales que poseía; en lugar de señalar el auto deportivo (modelo 360 Spider), categorizó este como meras “autopartes”.
Al momento de darse cuenta del engaño, las autoridades procedieron a decomisar el vehículo; le removieron algunas partes y después lo destruyeron con la mencionada maquinaria pesada.
La razón por la que el Ferrari tenía que se declarado y pagar impuestos, se debe a que no fue adquirido en Filipinas; su dueño lo adquirió en el extranjero, para después llevarlo a su país. Por esta acción, el automotor quedaba gravado con un arancel que debía de ser cubierto por el comprador.
Hay que mencionar que en el gobierno filipino tiene un control estricto acerca de los productos que entran a su territorio, sobretodo en lo que se refiere a automóviles nuevos o usados; esto con el fin de evitar el contrabando, lavado de dinero y mercado negro de estos objetos.
El modelo aquí señalado, el 360 Spider, llegó a suelo filipino durante el mes de mayo de 2019 y tiene un costo en el mercado regular de 137 mil dólares, que serían unos 2.6 millones de pesos.