El equipo de seguridad encargado de guardar el orden durante el enlace nupcial entre Chiquis Rivera y Lorenzo Méndez se caracterizó por obstaculizar el trabajo de los medios de comunicación que acudieron al evento en la iglesia Westminster.
La prepotencia de los “guaruras” se evidenció desde el instante en que la hija de Jenni Rivera llegó a la iglesia e impidieron acercarse para lograr algunas palabras o tomar una mejor gráfica, la acción fue por demás reprobable, pues no conformes con impedir el trabajo de camarógrafo a uno de ellos, lo empujaron, lo golpearon y ya en el suelo, uno de los mal llamados hombres de seguridad le escupió en la cara.
De acuerdo con medios locales, los agresores fueron detenidos, pero no se sabe cuál es su situación jurídica y si fueron posteriormente liberados.