CALAKMUL. El saqueo de madera es un serio problema que a diario afecta a la reserva ecológica de la región, pues es vulnerada por talamontes que poco a poco saquean especies de árboles que les ha llevado decena de años alcanzar la altura y el grosor ideal para ser talado y vendido en el mercado negro internacional a altos precios, mientras que quienes lo extraen sólo reciben módicas cantidades.
Las especies de árboles de mayor demanda son el granadillo, el ciricote, cedro, caoba zona dentro de los de mayor demanda, situación que se ha suscitado en la región por años, sin que hasta ahora en Calakmul se sepa de algún detenido o procesado por delito ambiental, pese a la presencia de diversas autoridades policiales para quiénes los saqueadores son invisibles y llevan sus cargas a puertos cercanos a Yucatán desde donde son enviados vía marítima a otros países, sin mayor problema.
Los lugareños señalan que han sufrido del hostigamiento de autoridades si les encuentran en sus vehículos, leña o alguna motosierra, decomisándoles en muchos casos estas herramientas, mientras que por enfrente de ellos la madera sale sin mayor problema del municipio.
“Las autoridades saben quiénes son los saqueadores que actúan ante el consentimiento de más de un funcionario corrupto, pero el campesino no puede tumbar alguna superficie de su propiedad para sembrar sus cultivos que son el sustento de sus familias, porque son sancionados, lo que representan un gran contraste pues a nosotros nos echan la culpa del robo de madera, como si en un triciclo o camioneta pudiéramos sacar volúmenes grandes de madera, como los que se observan en ocasiones a la vista de todos”, explicó a este medio Sebastián Guzmán, campesino de la región sur de Calakmul.
Pobladores piden a las autoridades estatales del medio ambiente poner un alto a este problema que ya lleva varios años, sin embargo, llama la atención que entre los involucrados se encuentren algunos funcionarios municipales, y ellos no puedan dar parte de este problema.
