¿Quién puede presumir que está festejando su cumpleaños en otro país jugando una final internacional?, privilegio que vive este día el tabasqueño Diego Lainez, ya que hoy está cumpliendo su mayoría de edad, con los reflectores de al menos tres continentes sobre él.
Diego Lainez Leyva es todo un milenian, nació con la nueva era un 9 de junio, heredando el talento de su padre para jugar al futbol, pero la valentía y perseverancia de su madre para cumplir sus sueños, ya que se fijó una meta que ya ha alcanzado e incluso superado.
Con la pasión en la sangre por jugar al futbol, y siguiendo siempre el ejemplo de su hermano mayor, Mauro, como todo niño de provincia, creció viendo partidos de futbol en la TV, en videojuegos, soñando en ser parte de los equipos grandes, de ir de gira, de jugar en los mejores escenarios, y lo logró a base de disciplina, sacrificio y determinación.
Luego de ver que Mauro ya estaba instalado con Pachuca, Diego decidió aprovechar la oportunidad para emigrar con el club tuzo, con quienes disputó un torneo, pero a los pocos meses, fue aceptado en el equipo de sus amores, El América, y a los 13 años, seguro de lo que quería, decisión dejar su casa para vivir en la Ciudad de México y luchar por su sueño, ser jugador del primer equipo de América algún día, y ese día llegó tres años y 11 meses después.
Todo lo que se diga de Diego en materia como jugador titular de América ya todos lo conocen, lo analizan; sin embargo, poco saben que para llegar ahí no sólo ha tenido el apoyo y dedicación de sus padres, sino de gente que le ha dado amor y cobijo como las familias Tapia Méndez, Celorio De la Fuente, entre otras muchas que vieron en Diego a un integrante más de su familia.
Hoy Lainez está en una nueva etapa de su vida, se ha convertido en adulto y ya puede tomar decisiones de manera propia; sin embargo, hasta este momento ha demostrado saber lo que quiere y su meta más grande es ir a Europa.
