Francisco manifestó hoy su preocupación por los enfrentamientos violentos que se han verificado en las últimas horas en Nicaragua e instó a evitar un “inútil derramamiento de sangre” en ese país.
El Papa usó esas palabras al finalizar su bendición dominical con el “Regina Coeli” (Reina del cielo), que pronunció este mediodía asomado a la ventana de su estudio personal en el Palacio Apostólico del Vaticano y ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro.
“Estoy muy preocupado por lo que está sucediendo en estos días en Nicaragua, en donde, tras una protesta social, se han verificado enfrentamientos que han provocado incluso algunas víctimas”, dijo, hablando en italiano.
Se refirió así a la ola de violencia que se desató en Nicaragua que lleva cinco días de duración y es producto de una serie de protestas masivas contra un proyecto de reforma del sistema de jubilaciones propuesto por el presidente Daniel Ortega.
“Expreso mi cercanía en la oración a aquel amado país, y me uno a los obispos para pedir que cese toda violencia, que se evite un inútil derramamiento de sangre y que las cuestiones abiertas sean resueltas pacíficamente y con sentido de responsabilidad”, añadió.
Así, el Papa unió su voz a los pastores nicaragüenses que llevan varios días denunciando una represión de parte de las fuerzas de seguridad sobre todo contra jóvenes, principales artífices de las protestas.
Uno de los obispos más activos ha sido Silvio José Báez, auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, quien desde su cuenta en la red social Twitter (donde tiene más de 21 mil 800 seguidores), ha denunciado los ataques y ha llamado a la paz.
“¡Presidente Daniel Ortega, deponga su actitud arrogante, escuche al pueblo, ábrase a dialogar con toda la sociedad, sienta el dolor de tantas familias y colabore a la paz en el país!”, escribió este domingo.
En otro tuit reveló: “Muchos estudiantes universitarios me han llamado para aclarar que no son ellos los autores del saqueo de diversos negocios en Managua esta mañana. Si sabemos quienes son los delincuentes, denunciémoslos, para salvar la integridad de nuestros jóvenes”.
Apenas este sábado 21 de abril, la Conferencia Episcopal de Nicaragua emitió un comunicado en el cual exhortó a las autoridades a “escuchar el grito de los jóvenes” y “la voz de otros sectores”, decidiendo derogar las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social.
Esa reforma determinó el aumento de la cuota que deben dar los trabajadores y los empleadores al sistema de seguridad social.
El texto de los obispos aseguró que rectificar las decisiones tomadas “es signo de humanidad”, escuchar “es camino de sensatez” y buscar a toda costa la paz “es sabiduría”. “Reprobamos todo brote de violencia que enfrenta a los hijos de una misma nación. Las acciones represivas ejecutadas por miembros afines al gobierno alteran la paz”, añadió.
Al mismo tiempo, instó al pueblo nicaragüense a que ejerza su derecho a manifestarse “de manera pacífica” desde los valores cívicos y evangélicos.
“Hay pecados sociales que ningún ser humano puede ignorar sino que debe denunciar, sobre todo si se desean restituir los derechos violentados de los más vulnerables: nuestros jubilados”, ponderó.
Con información de 20 Minutos