Gilberto Gabriel Graniel Moreno, de 50 años de edad, vive la peor pesadilla, pues a un mes 13 días de que su esposa, A.T.O, falleció de causa natural, hoy, después de 26 años de vivir en su alojamiento con sus 7 hijos, hoy, fue advertido por su suegra, Ana María O.C, de lanzarlos a la calle.
Refirió que en su lecho de muerte, su amada esposa, le decía, “Gilberto no quiero morir porque pienso que al fallecer, mi madre va a correrlos a ti y a mis hijos”.
Con lágrimas en los ojos Don Gilberto, de oficio pintor, tuvo la esperanza de que su suegra Ana María, abra su corazón, “ella en el fondo pienso que es una mujer buena” y los deje donde han vivido toda la vida.
“Que mi suegra lo haga por sus nietos”, imploró el señor.
Una adolescente, hija de Don Gilberto, al morir su madre, lava ropa y hace las labores para sus hermanos, lloraba al escuchar a su papá de que iban a ser corridos de la casa donde vivieron con su madre y donde atesoran grandes recuerdos.
“Ojalá la abuela de mis hijos, Ana María O.C., y la tía, Reyna Luz T.O., se conduelan de ellos. Mis hijos 3 niñas, y 4 varones, quieren vivir en esta casa donde vivió su madre”.
Después de la muerte de su esposa, A.T.O., ahora viven una etapa de sentimiento y tensión, dijo el atribulado hombre.
