HECELCHAKÁN. – Los habitantes de la cabecera municipal de Hecelchakán y sus comunidades aledañas se encuentran en un estado de vulnerabilidad tras reportarse que la Policía Municipal ha quedado prácticamente inoperante. Ciudadanos han denunciado que, al solicitar apoyo a través de los números de emergencia, los oficiales han manifestado lenta respuesta debido a que las unidades no cuentan con combustible para circular, obligando a los elementos a realizar sus funciones de vigilancia a pie.
Esta parálisis operativa tiene su origen en un conflicto administrativo encabezado por el alcalde Cevas Yam. Según fuentes cercanas a la comandancia, el edil habría tomado la determinación de suspender el suministro de gasolina para el parque vehicular de seguridad tras un incidente ocurrido durante la madrugada. Testigos y personal afectado señalan que esta medida fue una reacción visceral del mandatario, quien en un aparente arranque de ira, decidió restringir los recursos básicos para la movilidad policial.
El trasfondo de esta situación se vincula directamente con los operativos de control vial realizados recientemente en el municipio. Dichas acciones, enfocadas en la retención de motocicletas y mototaxis que circulaban sin la documentación reglamentaria, generaron tensiones que escalaron hasta la actual negativa de abastecimiento. Sin embargo, la decisión del Ayuntamiento ha sido duramente criticada, ya que la medida no parece castigar a la corporación, sino a la población civil que queda desprotegida.
La preocupación entre los hecelchakanenses crece ante la imposibilidad de recibir auxilio inmediato en caso de robos, accidentes o emergencias médicas. La percepción general es que la seguridad pública se ha convertido en un rehén de las diferencias políticas y personales del alcalde. Mientras las patrullas permanecen estacionadas y vacías, la delincuencia encuentra una ventana de oportunidad debido a la falta de presencia preventiva en las calles del municipio.
Este nuevo episodio en la administración de los “Naranjas” ha encendido las alarmas sobre la ética en el ejercicio del poder local. Los ciudadanos exigen una solución inmediata y el restablecimiento del presupuesto para servicios básicos, señalando que los conflictos internos del palacio municipal no deben comprometer la integridad de las familias. Hasta el momento, el Ayuntamiento no ha emitido una postura oficial que justifique el abandono de las labores de vigilancia motorizada.
