CAMPECHE, CAMP. La fotografía real de las escuelas en el estado, está cambiando, y no por una crisis interna, sino por un fenómeno nacional, cada vez nacen menos niñas y niños. Esa caída en la natalidad ya se refleja en las aulas, donde algunos planteles operan con 15 o 20 estudiantes. Sin embargo, docentes no quedarán desprotegidos, pues podrían ser reubicados dentro de su misma zona escolar.
Sergio Gutiérrez Flores, secretario general de la Sección 4 del SNTE, explicó que esta baja en la matrícula se repite en todo el país y responde a cambios demográficos y poblacionales, no a fallas educativas. Campeche simplemente está recibiendo antes el impacto visible.
Cuando un plantel cae por debajo de los criterios nacionales para sostener directivos o grupos completos, se activa el proceso de compactación, que obliga a mover personal. Pero el sindicato ya acordó con la Secretaría de Educación (Seduc) que estos movimientos se harán de manera ordenada, respetando derechos laborales y evitando traslados largos o fuera de la zona escolar.
Pese a esto, el panorama no es de cierre masivo. La prioridad, afirmó Gutiérrez Flores, es mantener abiertas las escuelas y garantizar que todos los niños tengan acceso a educación, aun si hay menos estudiantes en cada salón.
El SNTE también planteó a autoridades federales la necesidad de actualizar los criterios nacionales para permitir grupos más pequeños, evitando fusiones que reduzcan la presencia de maestros frente a grupo. Mientras tanto, se realiza un diagnóstico plantel por plantel para proteger tanto el servicio educativo como la estabilidad laboral.
El mensaje central es firme, el descenso en la natalidad está reconfigurando las aulas, pero los maestros no serán sacrificados en el proceso. La transformación ya inició, pero la estrategia busca que nadie quede fuera y que cada comunidad conserve su escuela funcionando.
