CAMPECHE, CAMP. Hace poco, un juego en un parque se convirtió en peligro real para un niño de Campeche. Las risas se apagaron por un instante cuando el menor sufrió lesiones graves por el mal estado de los juegos. Ese momento marcó un antes y un después que el Congreso del Estado decidió tomar con toda la seriedad que merece.
Ante esto, legisladores, reiteraron que esto no fue solo una alerta, sino un llamado a la acción urgente dirigido a los 13 ayuntamientos: revisar y reparar, sin demora, cada rincón donde las niñas y niños juegan, corren y sueñan. Porque proteger a la infancia significa también garantizar que sus espacios de esparcimiento sean seguros.
La propuesta que aprobó el Congreso el jueves pasado no es un simple papel, es un plan con pasos claros y responsabilidades precisas. Primero, hacer un diagnóstico real, de verdad, para saber cuántos parques están al borde del abandono y cuántos son una amenaza para los pequeños. Luego, entrarle de lleno al mantenimiento y las reparaciones, sin excusas, con acciones preventivas que no solo arreglen momentáneamente, sino que duren.
Además, los alcaldes deberán informar en 60 días cómo avanzan con este compromiso, porque no basta con prometer; hay que mostrar resultados.
