CAMPECHE.- La tarde de ayer, la avenida Circuito Constitución, en la colonia Morelos, fue escenario de un brutal zafarrancho cuando la joven Yoselin Torrez fue brutalmente golpeada con un casco al menos 18 veces en la cabeza, por una mujer identificada como Nictehá Benites, en un hecho que ha dejado a la víctima debatiéndose entre la vida y la muerte en una clínica del IMSS.
El ataque ocurrió cuando la agresora, sin más compañía que su odio, fue animada por un grupo de al menos tres hombres —uno de ellos su hermano, presuntamente un policía estatal— que no metieron las manos, pero sí la boca, gritando frases como “¡Rómpele su ma..! ¡Dale lo que se merece!”. Y Nictehá obedeció.
Con un casco de motocicleta como arma, le dio con todo en los brazos a Yoselin, quien intentaba protegerse como podía. Pero no fue suficiente. Cayó al suelo cuando uno de los sujetos le pegó con el bate en la rodilla.
Ahí, la agresora le descargó al menos 18 golpes en la cabeza, y 10 veces en los brazos mientras los otros observaban y la alentaban como si se tratara de una pelea entre animales.
Vecinos al escuchar el escandalazo en la vía pública, de inmediato llamaron a las líneas de emergencia, mientras solo veían a la lesionada tirada en la calle agarrándose la cabeza por el fuerte dolor. Los atacantes que iban en moto aprovecharon para encaramarse y huir a toda velocidad.
Al sitio acudieron paramédicos de la Cruz Roja, quienes trasladaron a la muchacha al hospital. Hoy Yoselin permanece inconsciente, con posible traumatismo craneoencefálico, con severos golpes en el cráneo, y sin saber que su caso se ha convertido en ejemplo de impunidad, dolor e indiferencia.
NADIE INTERVINO PARA AYUDARLA
Las imágenes de cámaras de seguridad confirman lo que ya circula por redes sociales: nadie ayudó. Pasaron peatones, mototaxistas, automovilistas, y todos se hicieron de la vista gorda. Ni uno se detuvo.
La joven iba acompañada de su amiga Fernanda, quien intentó meterse para defenderla, pero fue detenida por los demás acompañantes de Nicteha. Incluso uno de ellos llevaba un bate y se lo estrelló en la pierna para impedirle acercarse.
