CARMEN, CAMP.- Pisoteando los derechos sindicales y cobrando por los beneficios que se consagran en el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), el líder de la Sección 42 del STPRM, Luis Gerardo Pérez Sánchez, ha utilizado la corrupción y el tráfico de influencias para hacerse de grande propiedades y amasar fortuna.
Así lo expresó Miguel Pineda Ortiz, presidente de la organización ciudadana Por la Defensa de Pemex, quien expuso que además del hermano incómodo de Luis Gerardo, Jorge Eduardo Pérez Sánchez, quien estuvo comisionado nueve años para no trabajar, cobrando un jugoso salario, el líder tiene a dos de sus hijos desde hace 11 años, al estar comisionados, uno por enfermedad y otro por actividades relacionadas al sindicato.
Utilizando sus nexos con el PRI, “La Peggie” Pérez Sánchez evadió el responder por dos demandas colectivas de rendición de cuentas que danzan del 2019 asentadas en la Ciudad de México y que fueron interpuestas por 12 trabajadores activos y jubilados.
En ellas pedían al líder petrolero que transparente los recursos del sindicato, ya que el dinero y propiedades, así como bienes muebles e inmuebles, los utiliza presuntamente para su uso particular.
En ese entonces exhibieron compras del líder sindical de armas de fuego que fueron decomisadas en uno de sus ranchos y de un reloj Rolex por más de 660 mil pesos, además de otras actividades que eran pagadas con los recursos del sindicato.
“Fue en 2010, cuando le fue decomisado en su rancho “Xan Balam”, ubicado en el municipio de Escárcega, además de armas y rifles de alto poder y que metieron preso a su capataz.”
Indicó que la desmedida ambición de Pérez Sánchez lo llevó a pagar un seguro de vida a los trabajadores por 16 mil pesos y que ellos debían recibir 1.5 millones de pesos de indemnización de los cuales sólo recibieron 149 mil pesos, es decir, ni 10 por ciento de su totalidad y el resto de 30 trabajadores que perdieron la vida durante la pandemia, oscila en unos 40 millones 500 mil pesos.
“En 2007 Pérez Sánchez se auto secuestró y que la Sección 42 pagó 43 millones de pesos por el rescate, dinero por el que jamás respondió, afectando las arcas del gremio”