Mientras la gerente de la Administración Portuaria Integral (API) en Ciudad del Carmen, Estela Díaz Montes de Oca, guarda silencio tras la ejecución de su jefe de Seguridad, Víctor Aguilar Pérez, conocido en el círculo policiaco como “Comandante Pegaso”, versiones no oficiales indican amenazas previas por parte de huachicoleros en el interior del Puerto Industrial Isla del Carmen.
Esta información fue señalada por Javier del Carmen Bello Ávila, presidente de Contraloría Ciudadana A.C., destacando que, desde la llegada al Puerto de Víctor Aguilar Pérez, quien también fue exdirector de la Policía Municipal de Carmen se habían “tocado fibras sensibles” de aquellos que controlaban desde antes muchas actividades ilícitas en la zona.
LAS RAZONES
Las amenazas, según se afirma, habrían sido respuesta a las acciones que el comandante tomó para erradicar actividades y áreas que el crimen organizado había secuestrado dentro del puerto. La ejecución de Víctor Aguilar Pérez ha generado inquietud y alarma en la comunidad, especialmente debido a la falta de información oficial sobre éste y otros crímenes que ahora ocurren a cualquier hora del día. La llamada actividad huachicolera tiene que ver con organizaciones criminales que se dedican al robo y trasiego de combustible en alta mar, para luego ser vendido a minoristas tierra adentro junto con otras actividades ilícitas.
Estela Díaz Montes de Oca, gerente de API, aún no ha emitido declaraciones públicas respecto a este crimen ocurrido a la vista de todos, y que ha intensificado la preocupación y el descontento entre los habitantes. La comunidad portuaria y la población en general esperan respuestas claras y medidas contundentes por parte de las autoridades para enfrentar la inseguridad en el puerto. La ejecución de “Comandante Pegaso” es un sórdido caso más en la lista de crímenes que han sacudido a la localidad, aumentando la percepción de vulnerabilidad y la necesidad urgente de una intervención efectiva para restablecer el orden y la seguridad en la zona.
Al momento continúa el intenso operativo de revisión de vehículos y personal que se implementó desde ese día, de quienes ingresan al recinto administrado por API.