El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, ha expresado preocupación por el estado de salud del obispo emérito Salvador Rangel Mendoza, quien habría sido sometido a tortura y drogas por sus captores. Por lo que, González Hernández ha pedido oraciones por la pronta recuperación de Rangel Mendoza y ha señalado que la información disponible sobre el incidente es limitada.
El obispo emérito fue encontrado en el Hospital General de Cuernavaca en estado grave y trasladado a otras instalaciones, donde aún se encuentra en proceso de recuperación. En un comunicado reciente, González ha reiterado la postura de la iglesia en contra de cualquier forma de denigración hacia las personas, mencionando que exponer a individuos, como en el caso de Rangel, viola gravemente los derechos humanos.
La iglesia ha solicitado a las autoridades que esclarezcan rápidamente el caso y ha mencionado que Rangel está dispuesto a colaborar en las investigaciones, aunque su estado de salud aún no le permite hablar con detalle sobre lo sucedido. González también ha mencionado que Rangel había expresado previamente preocupación por amenazas en su contra, pero que no manifestaba miedo. Ante las condiciones críticas de salud y la exposición pública negativa, el obispo emérito se encuentra en una situación complicada.