CAMPECHE. De manera reiterada, Alejandro Alito Moreno Cárdenas –exgobernador de Campeche– se dice víctima de espionaje político, una vez que se dieron a conocer sus llamadas telefónicas interceptadas y pláticas con varios interlocutores, en lo que se presume existen actos de corrupción.
El mismo Grupo Parlamentario del PRI –comandado por el mismo Alejandro Moreno– acusó con dedo flamígero: Alito “es víctima de espionaje político…”. Y culpó, sin pruebas, al actual Fiscal de Campeche, Renato Sales Heredia.
Sin embargo, a Alto se le olvidó que él, justamente como gobernador, a través de la Secretaría de Administración e Innovación Gubernamental de Campeche, le compró a la empresa Acumen Telecomunicaciones S.A de C.V., equipos para espionaje.
Y hay constancia de que espió a periodistas, luchadores sociales, políticos adversarios y empresarios.
De acuerdo a la información oficial revisada por Grupo Cantón, dicha empresa suscribió 46 contratos como proveedor de instancias gubernamentales a nivel nacional entre 2002 y 2018, por un monto total de 63 millones 385 mil 027 pesos, la mitad de ellos por adjudicación directa.
La misma información oficial , anota que el contrato de mayor cuantía fue justamente el que suscribió con el gobierno de Campeche –el AA904015996-E52-2017-1676966– por un monto de 22 millones de pesos, entre el 22 de agosto de 2017 (ya con Alito como virtual gobernador electo, 24 días antes de su toma de protesta) el 13 de noviembre de 2017.
La justificación del gasto millonario fue por “Adquisición de diverso equipo de comunicación y licencias informáticas”.
Después, se firmó el contrato SA-915002994-I23-2015-796027, por un importe total de 5 millones 862 mil 195 pesos, por el concepto de “Sistema tecnológico especializado de seguridad, análisis, investigación e inteligencia”, por el periodo del 17 de julio de 2015 al 30 de septiembre de 2015.
Ambos contratos, fueron por adjudicación directa, pero ya no son públicos…
CON SU MISMA TECNOLOGÍA…
Como detallamos en estas páginas, fuentes del PRI nacional aseguran que Alito habría sido espiado por el mismo equipo tecnológico que compró su administración, y Aysa González habría filtrado sus audios que son tema nacional.
LOS MISMOS EQUIPOS
Estos mismos “maletines” que compró Alito, también los adquirió en tiempos de Calderón y Peña Nieto el Cisen, Pemex, la Policía Federal y el SAT, además del gobernador del Edomex, Eruviel Ávila.
¿QUÉ FUE LO QUE ALITO COMPRÓ?
En su momento, el sitio Animal Político reportó estas compras, y detalló que los aparatos y licencias de espionaje fueron fabricados por la empresa estadounidense de ciberseguridad e inteligencia Verint Systems Inc., firma que ha tenido nexos con exfuncionarios militares de Israel.
El medio citado anotó que el equipo adquirido –tanto por el gobierno campechano de Alito Moreno, como por el del entonces gobernador mexiquense Eruviel Ávila– es el Verint modelo GI2.
Así son los equipos: “los aparatos adquiridos son discretos ‘maletines’ portátiles con antena que pueden intervenir teléfonos de manera remota en un radio de hasta 500 metros a fin de interceptar comunicaciones y extraer información alojada en los dispositivos”.
En pocas palabras, la administración de Alito Moreno compró –por lo menos– un maletín espía fabricado por Verint y sus respectivas licencias de software.
El portal Animal Político da cuenta de un contrato más, suscrito el 24 de mayo de 2018, por la cantidad de 3 millones 062 mil 400 pesos, “para la renovación de licencias de intercepción de llamadas y mensajes SMS”, también a través de la Secretaría de Administración e Innovación Gubernamental de Campeche a petición expresa del titular de la Fiscalía General del Estado, Juan Manuel Herrera Campos.
Los contratos qué, insistimos, ya no son públicos, especifican que los equipos (maletines) de Verint son capaces de “localizar, interceptar, seguir, manipular y controlar teléfonos móviles…”.
Los aparatos son tan avanzados, que su tecnología permite frenar mensajes SMS (mensaje corto de texto) entrantes y salientes de un “dispositivo capturado” (teléfono interceptado o intervenido) y cambiar su contenido para enviarlo nuevamente, simulando que es un mensaje original enviado por el destinatario.
