Morena y Alito cavan la tumba política del PRI

NACIONAL. Dos factores destacan para explicar el inminente triunfo del partido Morena en las elecciones del próximo domingo 5 de junio, donde se disputarán seis gubernaturas.

Uno, es la buena aceptación del presidente Andrés Manuel López Obrador, que sigue siendo factor, aunque no aparezca ya en boletas electorales, y sus candidatos, y dos, la falta de liderazgos en una alicaída oposición que solo se unió cuando un empresario venido a menos –Claudio X. González– los sentó a la mesa para, por medio de la política, recuperar espacios.

Sin embargo, la opinión pública desconocía –por lo menos fuera de Campeche– quién era (y es) Alejandro Alito Moreno Cárdenas, el líder nacional del PRI y quien asumió la “titularidad” de la alianza anti-natura de su propio partido, el PAN y el PRD.

Y es que Alito es impresentable por donde se le quiera ver, luego de los audios que lo exhiben de cuerpo entero, y que han sido ampliamente retomados en los medios de comunicación, amén de su enriquecimiento inexplicable.

Lo malo de todo esto, es que las preferencias cambian, y muchos votos indecisos podrían pasar a Morena, luego de ver cómo los líderes del blanquiazul y del sol azteca primero sacaron la cara por Alito, y luego se desmarcaron al tratar de defender lo indefendible.

El ex gobernador de Campeche se dice ahora un perseguido político, pero la realidad es que su lengua es su verdadero enemigo.

Por ello, se verá luego de los desastrosos resultados para la alianza del PRI-PAN-PRD-Claudio X. González, que Alito es un cadáver político al que habrá que darle sepultura en el basurero de la historia.

Pero también vale la pena revisar sus antecedentes, sus orígenes, para entender el panorama coyuntural.

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Campeche HOY