MÉXICO. – La periodista Carmen Aristegui expuso el interés periodístico y los elementos que se tomaron en cuenta para retomar el reportaje sobre la casa en Houston, elaborado por Mexicanos contra la corrupción y Latinus, al cual dieron respuesta anoche los principales señalados: Carolyn Adams y José Ramón López Beltrán, hijo del presidente AMLO.
Señaló que en el caso de la Casa Blanca de EPN nunca la pudieron explicar ni se ha investigado como deberían por parte de las autoridades.
Luego llamó a no alentar el mar de odio y descalificaciones que se han desatado en redes.
A Partir de la publicación del “reportaje” de Carlos Loret de Mola y de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), donde se especula que el hijo de Andrés Manuel López Obrador, José Ramón López Beltrán, “probablemente” incurrió en conflicto de interés y en tráfico de influencias, se debió abrir un debate sobre la libertad de expresión, el periodismo, su ejercicio y la forma en cómo el gobierno se debe relacionar con la prensa.
Al menos, a mi modo de ver, esa debió haber sido la discusión. Y me parece que fue un poquito, pero no lo suficiente. Además, también se debió de debatir sobre Carmen Aristegui y la forma en cómo difundió el “reportaje”. No porque no pudiera ella hacerlo, sino porque ella poseía un prestigio que hacía pensar que no lo difundirían.
Aquí busco tocar ambas cuestiones de forma breve.
¿Por qué no debatir de periodismo?
La pieza que se presentó como “reportaje” tiene graves problemas para ser considerada como tal. Y por supuesto que no cumple con las cuestiones mínimas para ser un “periodismo de investigación”. dijo.